La intervención «rápida y precisa» ha impedido un incendio de «magnitudes importantes» en Molifibra

«La producción, el machaqueo, los silos y el almacenamiento se han salvado», ha explicado el jefe del Parque de Bomberos de Burgos, Miguel Ángel Extremo. «Fue una intervención rápida y precisa, de los bomberos y los trabajadores», gracias a la cual «se pudo salvar lo más importante», pues el «almacenamiento era importantísimo, muchísimo más de lo que se ha quemado».

Extremo ha afirmado que «si no se hubiera parado la propagación, el incendio habría sido de magnitudes importantes». Afortunadamente, los daños han quedada minimizados aunque todavía está trabajando en el lugar una dotación de bomberos, para la realización de labores de refrigerado. «Tenemos monitores para evitar la propagación, que salten pavesas y lleguen a otras naves».

Por otra parte, el jefe de bomberos ha confirmado que el fuego que se iniciaba a mediodía del jueves en otra fábrica del Polígono de Villalonquéjar, en Agrolab, se ha quedado en un susto. «Se extinguió rápidamente y en un hora estaba controlado», explica, pues su inicio coincidió con el relevo de compañeros en Molifibra, que se encuentra próxima.

«Los compañeros tardaron muy poquito porque les pilló casi al lado», ha insistido, y su tarea se centró en extinguir el fuego que había en la cubierta. Las causa están todavía bajo investigación, aunque ayer se hablaba de un posible cortocircuito. Lo importante es que los daños materiales también se han minimizado y que en ninguno de los incendios ha habido daños personales.

Este tipo de intervenciones conforman una mínima parte de todo el trabajo diario al que se enfrentan en el Parque de Bomberos de Burgos. Tal como se recoge en la memoria anual de 2022, el cuerpo municipal realizó 2.201 intervenciones, de las cuales, 539 fueron incendios. Sin embargo, solo 19 afectaron a industrias, menos que en años anteriores (en 2021 fueron 26).

La mayor parte de los fuegos son de vegetación, sobre todo en verano, con 186 actuaciones el pasado año, entre las que destacan los sucesivos incendios en el Castillo de Burgos, y un incremento con respecto al año anterior. Luego, tuvieron que apagar 154 fuegos en contendores. Aquí «la prevención es difícil», ha indicado la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, aunque se han bajado las intervenciones con respecto a 2021 (entonces fueron 237).

Algunos son accidentales, pero los hay intencionados, pese a que los «históricos» pirómanos de contenedores ya han sido neutralizados. El pasado año, además, los bomberos intervinieron en 93 incendios en viviendas y 27 relacionados con transporte, como a los que han tenido que acudir esta pasada madrugada en Montorio o Villalbilla de Burgos.