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Las calles en el centro de Burgos arrojan este Viernes Santo una imagen sobrecogedora. Bajo la intensa lluvia y con la ausencia total de vecinos en la vía pública, los lugares más emblemáticos en los que se celebraba el Santo Entierro de Cristo con cientos ... de espectadores, se hallan completamente vacíos.
Esta Semana Santa, marcada por la crisis del coronavirus y con las normas que impone el estado de alarma, será sin duda recordada especialmente por los burgaleses. Las lluvias no hubiesen permitido celebrar el traslado del Cristo Yacente ni la procesión del Santo Entierro, pero nadie olvida que, esta vez, su suspensión se debe a una situación excepcional. La misma que ha animado hoy a muchos vecinos a poner en sus balcones música tradicional de Semana Santa y saetas tras la hora de los aplausos, para compartir con sus vecinos una celebración diferente.
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