Los 16 implicados en la operación antidroga 'Krity' aceptan 25 años de cárcel en total

Las multas económicas también han descendido. La petición inicial de la Fiscalía superaba los 200.000 euros, que se ha rebajado hasta los 40.000 euros.

La Guardia Civil de Burgos detuvo en 2012 a diez personas, ocho hombres y dos mujeres y vecinos de las provincias de Vizcaya y Burgos, con edades comprendidas entre los 19 y los 49 años, como autores de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a banda criminal. El resultado de los diez registros practicados fue la aprehensión de más de 25 kilogramos de estupefacientes, 146 plantas verdes de marihuana; además, tres laboratorios de cultivo de marihuana a gran escala fueron desmantelados.

Asimismo, en agosto de 2012 se detectaba un posible trasiego de droga desde Vizcaya hacia el norte de Burgos en la persona de un vecino de Bilbao para su venta al menudeo en Las Merindades. Una investigación más profunda, sacaba a la luz una trama en la que estaba implicado todo un clan familiar, formado por 5 miembros, apoyados por varias personas más.

Las vigilancias y discretos seguimientos que se realizaron permitían descubrir un grupo, bien jerarquizado y organizado, en el que cada componente desarrollaba a la perfección un determinado rol (adquisición de droga y productos para su tratado, cultivo y la propia distribución), incluso miembros que realizaban labores de vigilancia en los alrededores de los edificios.

Surtían toda clase de estupefacientes en las dos provincias, desplazándose los clientes, a los propios domicilios de los detenidos para abastecerse de droga, como si de un supermercado se tratara. La gran cantidad y variedad de drogas que manejaban, hizo sospechar a los investigadores que podían estar dotados de laboratorios clandestinos, con capacidad para cultivar, elaborar y procesar todo tipo de drogas.

A finales de noviembre de 2012, se llevó a cabo la fase de explotación de la operación 'Krity', completándose con 10 registros en cuatro localidades de la provincia de Vizcaya y tres de la zona norte de Burgos (9 domiciliarios y 1 establecimiento hostelero).

Además, se incautaron más de 20 kilogramos de anfetamina, 4.400 gramos de marihuana en cogollos y hojas secas, 620 gramos de hachís, 260 gramos de speed, 42 gramos de cocaína y 1 gramo de LSD, a lo que hay que sumar las 146 plantas vivas de marihuana de la variedad cannabis sativa.

También de desmantelaron tres laboratorios de cultivo de marihuana, con capacidad de producción industrial, perfectamente preparados y dotados de toda la instrumentación necesaria para el cultivo, elaboración y preparación de la droga para su posterior distribución y venta.

Estos 'invernaderos interiores' contaban con termostatos, medidores de ph, extractores, ionizadores, sistemas de ventilación automatizada y lámparas con transformadores, todo ello eficazmente preparado para no levantar sospechas y pasar desapercibidos en los domicilios. Esta tecnología permitía cultivar 5 o 6 plantaciones anuales, de las que se obtenían cosechas de gran calidad no sólo por el tratamiento sino por la calidad de la semilla seleccionada.