Los hoteles y los alojamientos rurales de Burgos rozan el lleno en este puente

Así, desde Turalbur confirman que para estas fechas las reservas «están estimadas en un 80%», mientras que los hoteleros de Burgos prevén «rozar el lleno» durante el fin de semana. Miel sobre hojuelas después de un año raro en el que ha costado recuperar el ritmo de trabajo.

«El puente pinta bien. Afortunadamente desde mediados de julio hemos trabajado bien, se ha normalizado totalmente la situación. A principio de verano las reservas llegaban con muy poquita antelación, casi de una semana para otra. En época prepandemia lo normal era que se reservase con un par de meses o incluso con cuatro de adelanto, pero debido a las restricciones que había, y a que la gente no sabía cómo iban a desarrollarse los acontecimientos, iban reservando muy a corto plazo», explica Domingo Hernández, portavoz de Turalbur.

Luis Mata, vicepresidente de la Federación de Hostelería de la ciudad y representante de la Asociación Burgalesa de Hospedaje, cuenta que «las reservas han estado muy bien hasta hace diez días». «Después se ha estancado un poco y hay alguna cancelación, tanto por el mal tiempo como el miedo al covid», continúa. Y es que el virus del Sars-Cov-2 sigue entre nosotros puede generar miedo e incertidumbre, aunque no de la misma manera en todas partes.

Por eso en las reservas de los alojamientos rurales no han «percibido ningún tipo de miedo ni de cancelaciones por parte de los clientes». «Esperamos que se mantenga y que no pase nada. Sí que es verdad que el turismo que ofrecemos nosotros no es masificado, que los que se juntan son, en principio, pequeños grupos burbuja, dos o tres familias que se conocen, que no tienen miedo porque son personas de confianza y que van a estar en un entorno seguro, no se van a juntar si no quieren con nadie», remarca Domingo Hernández.

Y a la covid-19 se le suma que durante la última semana las previsiones meteorológicas no eran demasiado halagüeñas, así se lamentaba Luis Mata: «El mal tiempo también trae nieve y hay miedo a la carretera y cancelan. O miedo al temporal y a pagar un dinero en ir a Burgos, con gasolina, habitación de hotel y demás para estar todo el día encerrado porque no se puede ir ni a dar un paseo, y también cancelan y se quedan en casa». Pero los últimos días con mejor tiempo han impulsado estas reservas para el fin de semana, que en el caso de los hoteles «rozarán el 95%».

La procedencia de los turistas es el clásico, tanto en los alojamientos rurales como en los hoteles de la capital. «La mayoría son madrileños, como siempre. Madrid es nuestro principal emisor de turistas, luego el País Vasco y, al ser un puente tan largo, también se acerca gente de otras comunidades autónomas como Aragón, Comunidad Valenciana o Cataluña, que habitualmente en puentes más cortos o fin de semana es más difícil que se acerquen a nuestra provincia», afirma Hernández. Algo que secunda Mata: «El 90% del turismo es nacional. Los madrileños son los que más visitan Burgos, seguidos de los catalanes. Por detrás, los vecinos del País Vasco y los propios castellanos y leoneses que se acercan hasta la ciudad».

Desde Turalbur confirman que tienen prácticamente todo reservado para Navidad, pero aunque la previsión es más que buena confiesan estar un «poco más asustados». «Ha aparecido la nueva variante, parece que no va a haber ningún tipo de problema a nivel hospitalario, pero si esto sigue creciendo... Sí hay un cierto temor a que sigan aumentando los contagios y que haya, no tanto cancelaciones por parte de los clientes sino algún tipo de restricción por parte de las autoridades. Estamos cruzando los dedos para que la vacunación, que ha funcionado muy bien en España, siga siendo eficaz para esta nueva variante y podamos seguir trabajando con normalidad de aquí a final de año», sentencia Hernández.

Algo así piensan sus colegas de los hoteles: «Las Navidades las vemos con miedo porque la gente tiene miedo a reservar. Estamos en un índice de reservas más bajo que cualquier otro año. La gente está esperando a ver si hay restricciones o no, a ver si va a poder reunirse con la familia o no, tanto por restricciones como por el miedo propio. Espero que se acabe igualando con las cifras de otros años, pero van a ser reservas de última hora, están viendo precios atractivos, pero están prefiriendo aguantar un poco».

Pero para Navidad todavía quedan un par de semanas, muchas ganas de celebrar y un puñado de incertidumbres que solo el tiempo podrá resolver antes de que las uvas nos indiquen el camino del nuevo año.