Una pareja de Burgos muere cuando hacían barranquismo en Asturias

Según informa El Comercio, sus cuerpos se han recogido en el propio río Casaño, donde los servicios de rescate los localizaron tras recibir el correspondiente aviso.

La llamada de alerta se recibió en el centro de emergencias minutos después de las 14 horas. El alertante indicaba que estaba viendo a una persona en el agua y poco antes habían oído unos gritos. Además, explicabaque esa era una zona donde se solía ir a practicar barranquismo.

La Sala 112 del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) activaba entonces al Grupo de Rescate con el helicóptero medicalizado y movilizaba por tierra a bomberos del SEPA de Cangas de Onís y al jefe de zona oriental. También se activó uno de los helicópteros multifunción del organismo e intervinieron también en la operación dos miembros del Greim de la Guardia Civil.

El cuerpo del varón fue localizado sumergido en una corriente entre dos piedras y el de la mujer, unos 30 metros más arriba, en una cascada. Bomberos y efectivos del grupo rescate lograron trasladarlos a una zona segura a la espera de recibir la correspondiente autorización judicial para efectuar su recuperación. La médico-rescatadora sólo pudo confirmar su fallecimiento. La Guardia Civil se hizo cargo de los trámites para proceder al levantamiento de los cadáveres.

Allí mismo se confirmó también que el varón era I.I., de Burgos. A falta de confirmación oficial, todo apunta a que la mujer era su pareja sentimental. Ninguno de los dos portaba documentación, si bien, en las inmediaciones se localizó su coche, con matrícula de Burgos.

Tras recibir la correspondiente autorización judicial, los restos mortales de los fallecidos, un hombre y una mujer, fueron trasladados por bomberos y efectivos del Greim hasta el aparcamiento de La Molina donde esperaban los servicios funerarios y el forense.

Según informa El Comercio, el barranco de Pompedru no es el más peligroso del entorno, pero exige una atención especial tras episodios de lluvia, debido al incremento desmedido del caudal del río.

En este sentido, y a falta de analizar exhaustivamente lo sucedido, los profesionales conocedores de la zona coinciden en que «lo más seguro es que uno quedase enganchado y el otro se tirase a sacarlo». No obstante, no existen testigos de los hechos.

«Es un barranco sencillo con caudal normal, pero con que suba treinta centímetros ya cambia totalmente», explicó Jorge Núñez, director técnico de barranquismo de la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (Fempa).