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A menos de tres meses de las elecciones municipales, los vecinos de Gamonal hacen balance. Y el equipo de Gobierno no sale muy bien parado. «En cuatro años no han hecho nada», afirman. Entienden que la pandemia ha restado un buen pico al mandato municipal. ... Sin embargo, los vecinos consideran que ha habido dinero y tiempo para mejorar el barrio, pues más allá de las grandes inversiones, de los proyectos ambiciosos, las necesidades son «sencillas y modestas».
«Son labores de mantenimiento sobre todo. No todo es inversión nueva, hay que mantener», indica Israel Hernando, miembro del Consejo de Barrio de Gamonal. Hay baldosas rotas, aceras medio levantadas, calzadas que necesitan un asfaltado, parques envejecidos, parcelas e inmuebles abandonados, falta de iluminación, problemas de limpieza, grafitis… «Se priman cuestiones políticas sobre las necesidades del barrio», lamenta; se habla más de Gamonal de lo que se actúa.
La calle Vitoria es uno de los lugares comunes, para los vecinos de Gamonal y para los políticos. «Entrando por ella a Burgos parece que estas entrando en una ciudad vieja», apunta Nacho Infante, pero los vecinos tampoco quieren obras megalómanas. «Se necesita adecentar la calle Vitoria, que está en condiciones lamentables. Siempre hay un supuesto proyecto ambicioso, ilusionante, pero las baldosas llevan sin cambiarse desde que yo iba a la EGB», insiste Hernando.
Y no solo está deteriorada la calle Vitoria. A los vecinos de Gamonal les preocupan otras zonas, como la barriada de la Inmaculada, el Parque Buenavista, los entornos del Fernando de Rojas y el Silo de Capiscol o el Antiguo Pueblo de Gamonal. Ángel Alonso, presidente del Consejo de Barrio, lamenta que no se haya avanzando nada en la reactivación del pueblo antiguo. Lo único que ha hecho el equipo de Gobierno es crear un miniayuntamiento, «para entregar papeles».
En la barriada de la Inmaculada, inmersa en un proyecto de área de rehabilitación urbana (ARU), «tiene que venir dinero», pues los residentes tienen en su mayoría rentas bajas y asumir los costes va a ser complicado. Además, la barriada presenta un «deterioro grave», con baldosas levantadas, las raíces de los árboles asomando por el pavimento y vecinos que tienen que ir por la calzada para no sufrir ningún accidente.
Como los vecinos de Capiscol, en Gamonal también exigen una regeneración de los entornos del Silo y más instalaciones deportivas. Solo cuentan con dos polideportivos, el Esther San Miguel y el Lavaderos, pues el Mariano Gaspar y el Carlos Serna los comparten con Capiscol. Y a los equipos de Gamonal, en fiestas por ejemplo, los mandan a otros barrios. Todo se soluciona en el Ayuntamiento con Pallafría, pero así ni se cohesiona el barrio ni se facilita la conciliación, critican.
En Gamonal no están a disgusto con los proyectos de peatonalización o semipeatonalización de las calles Roma, Francisco Grandmontagne y Plaza Lavaderos. Sin embargo critican que «están todas las obras a la vez» y, además, coincide con al remodelación del aparcamiento disuasorio de Las Torres, por lo que aparcar es todavía mucho más difícil. «Las peatonalizaciones son el futuro, porque el tráfico en ese nudo central es insostenible», y ayuda a dinamizar el comercio.
Lo que sigue sin solucionarse en Gamonal es la falta de aparcamientos. El proyecto del Silo está paralizado porque la Junta no cede el terreno necesario para hacer los accesos, recuerda Alonso. Y «en María Amigo no quieren hacer un aparcamiento subterráneo, que yo entiendo que cuesta dinero». Por ese motivo, el presidente del Consejo de Barrio admite que, «visto ahora, ojalá se hubiera hecho el bulevar. Tendríamos aparcamientos debajo y una avenida en la calle Vitoria».
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Patricia Carro
Eso sí, rechazan «experiencias piloto, que se hagan inventos como el de Derechos Humanos», pues Gamonal no puede ser un banco de pruebas. Y que primen intereses políticos, pues consideran que la remodelación del disuasorio no traerá la ocupación que se busca. «Solo se usará cuando cambie la mentalidad de las personas, o la forma de aparcar, no por que se pongan espacios verdes o iluminación», asegura Israel Hernando.
Y, hablando de la zona, los vecinos reclaman una solución para la antigua Textiles Marín que, como otras viejas fábricas abandonadas, rompe con la continuidad urbanística del barrio y genera problemas de insalubridad. Se unen a una falta de limpieza en el barrio, aunque los vecinos reconocen que es puntual, fruto de la adaptación de la nueva empresa adjudicataria. Lo que sí consideran «lamentable» es que hayan quitado contenedores, alejándolos de las viviendas.
Entre las quejas de los vecinos se encuentran la eliminación de las urgencias de Atención Primaria del centro de salud Gamonal Antigua. Fue una decisión de Sanidad, pero ha dejado desantendidos a muchos vecinos. «En Gamonal hay mucha gente mayor, que no puede ir al Divino Valles y que ni siquiera puede llamar a un taxi», apunta Ángel Alonso. «Ha sido una canallada», que no ayuda precisamente al rejuvenecimiento del barrio.
En el balance de los cuatro años de gobierno municipal no puede falta la remodelación de la Plaza Santiago. «Se ejecutó por imperativo legal pero lo han hecho mal. Se sabía que estaba mal desde el primer día, pero ha pasado un año y ahora es cuando se admite que acabarán en los juzgados», lamentan los vecinos. Como critican la inoperancia de los distritos: «No hay voluntad política de hacer que funcionen; no quieren que les manden los ciudadanos», aseguran, así que pese a haber dinero y proyectos, «no se ha hecho nada».
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