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La Fundación Caja de Burgos inicia una nueva etapa. Tras varios años compartiendo sede con las oficinas centrales de CaixaBank en la histórica Casa del Cordón, la entidad heredera de la obra social de Caja de Burgos acaba de trasladarse al edificio Nexo, que a ... partir de ahora será su centro de operaciones.
Se trata del inmueble situado justo al lado del histórico palacio, en la confluencia de la calle la Puebla con la Plaza de la Libertad, que hasta ahora era propiedad de la propia CaixaBank, aunque permanecía sin uso desde hacía muchos años. De hecho, el inmueble había sido objeto del interés de otros potenciales interesados, si bien, finalmente fue la Fundación Caja de Burgos la que lo adquirió allá por 2019 con la intención de darle un profundo lavado de cara y, de paso, potenciar su identidad propia, tal y como explica el director general, Rafael Barbero.
Tras varios meses de obras, la reforma ha concluido en su práctica totalidad, a expensas del desarrollo de algunos detalles menores. De hecho, la mayor parte de la actividad que hasta ahora se llevaba a cabo en la Casa del Cordón ya se realiza en la nueva sede, que ha sido diseñada con un concepto moderno y corporativo, que destaca por la amplitud de sus espacios y su polivalencia.
Aprovechando el potencial del edificio, la Fundación decidió adaptar allí su propio vivero de empresas después de que el proyecto de la Locomotora, planteado en una de las naves del antiguo complejo ferroviario, no terminara de fraguar. Bajo el nombre de Aceleradora, se han creado ocho espacios de trabajo diáfanos y separados entre sí para acoger a otros tantos emprendedores durante los primeros momentos de su andadura profesional.
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Además, la Aceleradora, ubicada en la primera planta del inmueble, también dispone de un amplio espacio de coworking y de todo lo necesario para potenciar sinergias entre los emprendedores.
De momento, la Fundación está a la espera de completar todos los trámites administrativos necesarios para que el nuevo vivero eche a rodar, aunque «ya hay varios interesados» en ocupar alguno de los espacios, tal y como adelanta Barbero.
En todo caso, la Fundación mantiene la titularidad de algunos espacios muy concretos de la zona noble de la Casa del Cordón, más allá del propio Cultural Cordón. Unos espacios que, según asegura el director general, se usarán para aquellas actividades de carácter más institucional.
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