Contra el frío, calor literario: éxito de ventas en Burgos en el Día del Libro

Así, durante todas las horas que las casetas de las quince librerías han estado instaladas en la plaza Mayor de la ciudad, el trasiego de gente ha sido constante. Algunas gotas han caído, pero no han sido relevantes y no han espantado a los posibles compradores y tampoco han obligado a retirar las casetas, como sí pasó otros años.

Este año los libreros se han mostrado muy satisfechos con el desarrollo de la jornada. «Esto demuestra que los burgaleses leen, pese al frío mira cómo está esto lleno de gente», aseguraban desde Librería del Espolón.

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Desde Luz y Vida, ya desde por la mañana, vaticinaban una buena jornada. Así lo confirmaban en el puesto de Hijos de Santiago Rodríguez, donde se mostraban muy satisfechas y contentas por el éxito de afluencia y ventas. La caseta de Librería Margof no es el primer año que se encuentra en la plaza Mayor en el Día del Libro, pero los actuales gestores sí son el primer año que acuden y se han mostrado «muy contentos con cómo ha ido el día. No teníamos objetivos porque era el primer año, pero nos vamos contentos».

Cierra así un Día del Libro en el que Burgos ha sido testigo de ese indagar entre historias y relatos, esa esperanza de abrir unas páginas que te transporten a otro lugar, otro tiempo u otra dimensión. Una oportunidad para salir de uno mismo. Y todo con el 10% de descuento, como es tradición.

Ahora hay que esperar hasta finales de mayo, que es cuando llega la Feria del Libro al centro de la ciudad, para volver a dejar paso a los libros. Volverán a tomar las calles.