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Burgos
Sábado, 28 de octubre 2017
O te adaptas o te quedas fuera. Consuelo Fontecha tiene muy claro que el futuro pasa por las nuevas tecnologías, que cualquier comercio puede adaptarse a la nueva realidad de la demanda con un poco de ayuda, y la Federación de Empresarios del Comercio (FEC) ... está orientada a ofrecer ese apoyo. El sector sufre de apatía, de falta de ilusión tras la crisis económica, pero toca superar ese sentimiento o no se avanzará, ha afirmado la nueva presidenta de la FEC en una entrevista a BurgosConecta en la que se ha hablado de las compras online, del Black Friday, de la evolución del comercio de Burgos o de la situación de la federación, entre otros temas.
¿Tiene futuro el comercio de proximidad o las cadenas y los grandes almacenes acabarán por devorarlo?
Espero que no lo devoren, que unos formatos no acaben fagocitando a otros. Todos tienen su espacio, y la oferta se regulará a través de la demanda. Creo que el comercio permanecerá, otra cosa es la cantidad de oferta que seamos capaces de sostener en función del consumo.
¿La misma reflexión serviría para las compras online?
Efectivamente. Utilizar las tecnologías a la hora de comprar ha favorecido que el mercado online tenga una mayor repercusión a la hora de consumir. También es cierto que se hace mucha consulta online y compra offline, y viceversa. Estamos mezclando los dos mundos. De esta manera será más fácil que ambos sobrevivan, complementándose.
¿Cuáles serían las claves, las estrategias para adaptarse a la nueva realidad?
Desde luego, intentar adaptar lo antes posible nuestros comercios a todo el mundo tecnológico. Es importantísimo. Tenemos una generación que está empezando a consumir y funciona de una determinada manera, diferente a lo que estábamos acostumbrado. Y ya no es solo una generación. Hay muchos consumidores que habitualmente trabajan con herramientas tecnológicas y las utilizan también a la hora de hacer sus compras. Por tanto, es imperioso que el comercio se ponga las pilas rapidísimamente para adaptarse a las nuevas tecnologías.
Y para hacerle frente a las cadenas, los grandes almacenes, ¿también es necesario un cambio de políticas comerciales por parte de la administración?
No sé si los formatos de consumo, la manera en la que los consumidores abordan sus compras, se pueden ver dirigidos por las administraciones públicas. Hay una variedad de oferta y, en función de las necesidades del cliente, de sus aptitudes, posibilidades económicas, del tiempo libre, se opta por un sistema o por otro. Sí que tiene influencia en la capacidad para acabar haciendo proyectos conjuntos que ayuden al comercio a adaptarse y evolucionar para estar en el mercado.
Y ¿en la regulación de horarios comerciales y apertura en festivos?
Todo está liberalizado y ahí poco pueden hacer las instituciones. Lo único que se podría pedir es que no se busquen nuevas implantaciones comerciales en zonas en las que la oferta es ya interesante. Pero si los espacios quieren venir, está todo liberalizado, poco podemos hacer. Lo que sí debemos hacer como comercio es empezar a ocuparnos en ver cómo nos adaptados, ver la tendencia de nuestros consumidores e intentar estar del lado del consumidor para que siempre que sea posible nos elija.
¿Cómo se puede hacer esa adaptación, y cómo puede ayudar la FEC?
Ahí es donde podemos colaborar con nuestro federado. Intentar que lo que parece muy difícil de conseguir en solitario, a través de la federación, y con las ayudas y apoyos institucionales, se canalice para que de una manera más global se consigan proyectos que de manera individual son mucho más complicados.
¿Cómo está el comercio en Burgos?
¿En cuanto a salud? Creo que no difiere mucho de otras ciudades. Estamos en un estado de cansancio. Los últimos tiempos han sido complicados. La falta de consumo lo nota más el comercio, en textil, equipamiento del hogar… Si a esto le unimos que, en los últimos tiempos, cuando era más complicado el consumo, se ha ampliado la oferta comercial… Al comercio le cuesta mantener la ilusión y el ánimo. Pero es importantísimo que se vuelva a recuperar el ánimo para que empecemos a ver una perspectiva de futuro mejor y abordar nuevos proyectos.
¿Qué otros retos tiene el comercio?
Creo que el reto más importante es formarse como de verdad debe formarse un empresario, independientemente del tamaño del comercio, y adaptarse a las nuevas tecnologías. Eso es lo que nos lleva a una evolución de futuro. En la conferencia de la Mesa de Actualidad Empresarial de Cajaviva Caja Rural, el presidente de General Electric para España y Portugal, Daniel Carreño, decía que vivimos tiempos difíciles, porque nunca hemos tenido más información para poder tomar decisiones, pero nunca ha sido tan incierto lo que está por llegar. Yo creo que lo importante es empezar por estar preparado para que eso que está por venir te pille esperándolo.
¿Qué pecados tiene que superar?
Es muy complicado decir estas cosas pero es importante empezar a quitarnos esa apatía, falta de interés por formarse y posicionarse, esa desgana y esa pereza ante la apertura diaria del negocio. Claro que nos encontramos lo mismo, porque hacemos siempre las mismas cosas. O nos sacudimos ese sentimiento, que nos lastra el futuro y forma parte de un pasado, o lo vamos a tener complicado. Nosotros nos aburrimos, pero estamos trasladando al consumidor esa misma apatía, desgana, falta de interés… El que entra en los establecimientos tiene sus propios problemas, lo que quiere es encontrarse una sensación de compra que le satisfaga. Tenemos que estar preparados para que esos consumidores acaben saliendo del establecimiento lo más satisfechos posible. Que nos han comprado, estupendísimo. Que no nos han comprado, tenemos que dejar puertas abiertas para que lo hagan en una próxima ocasión. Es mi manera de verlo.
¿Somos diferentes en Burgos en el trato a los clientes, en esa sensación de aburrimiento y apatía?
Me imagino que, por los tiempos que hemos pasado, es algo que se replica en todas las provincias. En el tema del trato al cliente hace tiempo que hemos aprendido que tenemos que ser lo más generosos posible con nuestros clientes. Hemos mejorado muchísimo en el comercio de Burgos, es una prueba que ya superamos. Ahora tenemos que trabajar en otros sentidos para poder mejorar en nuestra relación comercial.
¿Cómo abordamos desde la FEC modelos como los mercadillos, mercados medievales, mercados de flores…?
A cualquier comercio le preocupa su competencia, pero sobre todo nos preocupa que esa competencia esté controlada y legitimada, lo mismo que estamos nosotros. Tenemos una serie de licencias, de compromisos administrativos, que queremos que se cumplan cuando se monta cualquier otro tipo de formato comercial. Que venga un fin de semana un pop-up a una habitación de hotel es muy divertido, para el que consume, pero no le ofrece ninguna garantía en caso de devolución, y al comercio no le ayuda, porque no pasa por caja como los demás. Claro que nos preocupan los formatos comerciales pero sobre todo lo que nos preocupa es la igualdad a la hora de contribuir con nuestros compromisos fiscales.
Que no existe…
Hay algunos que no están tan controlados, claro.
¿Cómo se gestionan formatos promocionales como el Black Friday o la liberalización de los periodos de rebajas?
Estamos viendo que el comercio se está adaptando a las campañas americanas que están tan de moda porque tienen clientes que lo demandan. Por lo que respecta a los periodos de rebajas, teníamos muy identificado cuándo comenzaban las campañas, pero ahora se ha liberalizado. Eso sí, como las grandes las están manteniendo, tampoco se ha notado tanto esa liberalización.
Acaba de ser elegida presidenta de la FEC, ¿cómo afronta la tarea y cómo está la federación?
La afronto de la misma manera que lo hecho los últimos años. Tenemos mucha ilusión, ganas, si no hubiera sido así no habríamos asumido esta responsabilidad. Si entendiésemos que no tenemos potencia para tirar de este proyecto, nos hubiéramos mantenido al margen. Es verdad que no hay muchos voluntarios, pero también es cierto que no nos hemos presentado solo por obligación, sino porque creemos en el proyecto y tenemos muchas ganas de hacer cosas.
El equipo prácticamente se mantiene…
Hemos cambiado algún cargo, pero estamos el mismo equipo que hemos trabajado los últimos años. Lo hemos hecho de una manera colegiada. Hemos pasado los peores momentos y la FEC, tras superar todos los problemas, sobre todo los más gordos, que han sido los económicos, está bien. Tenemos una tarea importante que es la de tener un control exhaustivo sobre los gastos para que esta situación que hemos pasado no se vuelva a repetir. Los proyectos salen, el equipo está trabajando.
¿Cuáles son esos proyectos nuevos?
Pasan por las necesidades del comercio, intentar que el comercio se suba al carro de las nuevas tecnologías lo más rápidamente posible. Haciendo los cambios que necesite cada negocio de una manera individualizada. No se puede entrar como un elefante en una cacharrería. Dependerá de la situación del negocio, de dónde esté, de la economía… se pueden hacer cosas importantes y creo que debemos hacerlas. Nuestra intención es estar al lado del comerciante para intentar ayudar lo máximo posible, porque como nos quedemos atrás hemos perdido el tren.
¿Cómo es la relación con otras organizaciones de comerciantes como Zona G o Centro?
Centro no está dentro de la FEC pero mantenemos una relación cordial, pues hay muchos temas que nos son comunes, al margen de que compartimos asociados. Y Zona G está en nuestra filas. En la nueva directiva ha entrado David Ruiz, le hemos fichado recientemente, y es una colaboración importantísima.
Y hablando de colaboración, con la nueva directiva de Conferco no habrá problema, estando presidida por Rosario Sanz (miembro de la FEC)
Estamos estrechamente unidos a la nueva directiva. Es un proyecto que se tenía en la cabeza hace muchos años, porque Conferco, sus proyectos y sus propuestas estaban desaparecidos, y el comercio regional no tenía el apoyo institucional que debía de tener, ni una voz única que se le oyera. Al final, desde la FEC dimos el salto, convencidos de que se podía hacer. Nos ha costado unos cuantos sacrificios, hemos dejado muchos disgustos y sinsabores en el camino, sobre todo la presidenta, pero ahí estamos. No tenemos más dirección que la de la mejora, porque cuando un proyecto está tan abandonado la dirección es solo hacia adelante, y estamos encantados de que la presidencia regional esté en burgos.
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