La Feria de Oficios Artesanos echa el cierre a una edición marcada por el calor y la normalidad

En esta ocasión, en la cita han participado hasta 44 artesanos llegados de todos los rincones de España, pero con una importante presencia de productores locales. Joyería, ropa, complementos, productos de cuero o cerámica han sido los protagonistas de una cita que este año se celebraba sin restricciones de ningún tipo tras dos años marcados por la pandemia.

Y el balance, a grandes rasgos, es positivo. No en vano, y pesar del sofocante calor que por momentos ha lastrado la visita de público, lo cierto es que la mayoría de los artesanos se marchan satisfechos. Así lo expresaba, por ejemplo, Juan Carlos Torrecilla, de 'La Moderna', de Cantabria. «Ha habido menos afluencia de público a cuenta del calor, pero en líneas generales ha ido bastante bien y hemos tenido unas ventas parecidas a las de otro años, aunque concentradas en los momentos en los que bajaba la temperatura», explicaba mientras mostraba a una clienta sus piezas de joyería en vidrio.

Un discurso muy similar mantenían otros artesanos, como Cristina Kuhn, de 'Velas Turzo' o Vidal Revilla, llegado desde Lugo para mostrar sus trabajos en cuero. «El calor hace que la gente se quede más en casa, pero estoy contento teniendo en cuenta la situación y la coyuntura económica», que tampoco es la más adecuada, señalaba Revilla.

Todos ellos son habituales en la feria burgalesa, que con el paso de los años se ha erigido como cita indispensable. «La feria de Burgos es de las mejores del circuito, por la selección de los propios artesanos y porque está muy bien organizada. Además, en este caso las administraciones se preocupan» para dar presencia a los artesanos, que en muchos casos suponen una rara avis hoy en día, explica Torrecilla.

En este sentido, los propios artesanos hacen un llamamiento en defensa del trabajo tradicional. «Queremos reivindicar la artesanía, que no es otra cosa que trabajar con nuestras propias manos» para hacer productos «singulares» y «únicos» que nada tienen que ver con los que puedan salir de una línea de producción mecánica, señala Revilla.

De momento, en todo caso, sus propuestas parecen convencer, porque año tras año siguen al pie del cañón en la feria burgalesa, que ya es una de las citas con mayor raigambre en el calendario de actividades de la ciudad.

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