Una Feria de Oficios Artesanos para (casi) todos los sentidos

La XXX edición arrancó este viernes con fuerza y parece que ni el exceso del calor ni las tormentas de verano han conseguido que desluzca la alegría que dan los artesanos con sus coloridos expositores al céntrico paseo de la capital burgalesa. Lo que más abunda (y triunfa) son las brillantes joyas que seducen a todo el que se acerca a través de la vista.

El olfato tampoco falla; las velas perfumadas impregnan toda la calle y marcan el camino hacia otro de los puestos. Imposible no querer tocar algunos de los tejidos de gustosa lana y complacer, así, al sentido del tacto. Para el del oído, el ruido del bullicio de la gente y su continuo ¿esto cuánto vale? Eso sí, siento informarles de que lo de complacer al sentido del gusto no tiene solución en esta feria.

Pero quizá sea lo único que no lo tenga. Piezas de bronce, vidrio soplado, diseños en cuero, personajes de cuento encerrados en una botella o lámparas de ensueño. Pero, sin duda, el objeto más repetido en este 2019 es el abanico. De todo tipo de estampados y tamaños. La oferta es tan amplia que resulta impensable conseguir no comprar una de las piezas únicas que en este lugar se tienen al alcance de la mano.

Además, no se olviden de observar cada rincón con mucho detenimiento y atención. Durante el paseo si tiene suerte podrán observar talleres demostrativos de cerámica, joyería y vidrio soplado. Y los más pequeños tendrán la suerte de poder participar en alguna actividades. Igualmente, esta edición de aniversario tendrá una pasarela de moda y un atractivo sorteo. Una pieza de cerámica que cede Guadalupe Óscar, una artista que se dedica a modelar barro desde hace más de tres décadas

Los talleres infantiles tendrán una duración de una hora y se realizarán de 12:00 a 14:00 horas y de 19:00 a 21:00 horas. La feria se podrá visitar desde las 11:oo hasta las 14:30 horas y por las tardes desde las 18:00 hasta las 22:00 horas.