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El cielo burgalés ha mostrado esta noche una imagen diferente. Y es que, cientos de farolillos de colores han sobrevolado la ciudad para lanzar un mensaje de paz y solidaridad. Un mensaje que, de alguna manera, llegará al Congo y a Uganda en forma de ayuda humanitaria y que hoy sí ha sido posible enviar.
La acción, organizada por las ONG's Kisoro y Rubare, que toman su nombre de las dos localidades africanas donde centran su trabajo, tuvo que suspenderse el fin de semana pasado por la lluvia. Una lluvia que ha amenazado durante todo el día con echar al traste este segundo intento, pero que finalmente no ha hecho acto de presencia. Sí lo ha hecho, sin embargo, el viento, que por momentos ha complicado la suelta de farolillos.
De hecho, los bomberos y los voluntarios han tenido que estar pendientes para velar por la seguridad de un evento que busca recaudar fondos para proyectos de cooperación internacional y que ha vuelto a encontrar la respuesta de los burgaleses. No en vano, desde minutos antes de las 20 horas ya se veían farolillos sobrevolar el Paseo Sierra de Atapuerca. El resto iban cogiendo calor poco a poco para elevarse al cielo.
El dinero recaudado a través de la venta de los farolillos -tres euros la unidad- irá destinado a diferentes proyectos en Kisoro y Rubare, donde ambas organizaciones están construyendo viviendas para la población indígena, amén de otras infraestructuras públicas y agrícolas.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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