La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha acordado trasladar a la prisión de Burgos a los reclusos etarras Aitor García Aliaga y Joseba Segurola Beobide, que hasta ahora permanecían recluidos en las prisiones de Jaén y Murcia, respectivamente.
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Aitor García Aliaga ingresó en prisión ... el 1 de noviembre de 2001 y cumple una pena de 30 años por los delitos de asesinato, banda armada, colaboración con banda armada, atentado, estragos, lesiones y tenencia de armas tras ser condenado por el asesinato del general Justo Oreja Pedraza y por participar en el atentado en el que murió el policía Luis Ortiz de la Rosa. Según informan desde Instituciones Penitenciarias García Aliaga cumplirá las tres cuartas partes de la pena en abril de 2024, ha aceptado la legalidad penitenciaria y participa en actividades programadas.
Por su parte, Joseba Segurola Beobide ingresó en prisión el 19 de julio de 2003 y cumple una condena de 20 años por los delitos de colaboración con banda armada, falsificación y depósito de armas y explosivos. En su caso, cumplió las tres cuartas partes de la pena en julio de 2018 y ha aceptado la legalidad penitenciaria.
Asimismo, Instituciones Penitenciarias también ha acordado el traslado del preso de ETA Javier Pérez Aldunate desde la cárcel de Córdoba a la de Pamplona. Pérez Aldunate fue condenado en 2006 a 41 años de prisión por planear un atentado contra el rey Juan Carlos durante la Semana Santa de 2004 en Palma de Mallorca.
Finalmente, Instituciones Penitenciarias también ha dispuesto la clasificación en tercer grado penitenciario -régimen abierto- de otros dos condenados de ETA, Olatz Lasagabaster Anza y Patxi Uranga Salbide.
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En un comunicado, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) manifiesta que «con estos traslados ya son 98 los acercamientos de etarras, la mitad del total del colectivo de presos de la banda terrorista (197), y 14 los terceros grados concedidos» por el actual Gobierno. Y añade que «a ninguno de estos presos etarras se les ha exigido que colaboren con la justicia; con firmar el papel tipo en el que todos aceptan la legalidad penitenciaria y se desvinculan de la banda terrorista ha sido más que suficiente«.
«Se hace cada vez más cuesta arriba ver cómo el ministro del Interior se hace fotos en exposiciones que recuerdan a las víctimas o acusa a otros de construir el relato desde la mentira mientras está contribuyendo a que sean nuestros verdugos los grandes beneficiados y los grandes protagonistas de ese relato que no para de manchar», concluye la AVT.
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