Un cartón lleno de etiquetas de ropa –de esas que explican de qué tipo de tejido es la prensa, a qué temperatura hay que lavarla y qué materiales contiene –sorprendía esta semana a los paseantes de la plaza de Santo Domingo de Burgos. Mucha gente ... se quedaba mirando esa extraña llamada a detenerse frente al cartel; algunas personas observaron y otras aceptaban el reto de cortar la etiqueta de una de sus prendas para colaborar con el proyecto de David, Rania, Celia, Asier, Alexandra y Jimena.
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Con su iniciativa, estos jóvenes buscan concienciar acerca del consumo responsable y hacer caer en la cuenta a la ciudadanía de que nuestros armarios están llenos de ropa que apenas usamos «y que tenemos sin saber muy bien para qué». Este es el objetivo principal de un grupo de estudiantes de la asignatura Presentación y Comunicación, perteneciente al grado de Moda de la Escuela de Artes de la Universidad de Burgos (UBU).
Los jóvenes explican que es «un proyecto para la Universidad en la semana de la 'Fashion Revolution'». Este movimiento busca voluntarios con ganas de construir un futuro mejor; persigue concienciar sobre la necesidad una industria de la moda sostenible, justa, y que apueste por la calidad y la salud en vez del consumismo desenfrenado.
La 'Fashion Revolution' tuvo su origen tras el desastre ocurrido en el edificio Rana Plaza en Bangladesh el 24 de abril de 2013. El edificio de ocho pisos se derrumbó en Savar, un distrito de Daca, capital de Bangladés, y 1.138 personas murieron mientras otras 2.500 resultaron heridas, convirtiéndose así en uno de los desastres industriales más grande de la historia.
Con este recuerdo de fondo, estos estudiantes de la Universidad de Burgos quieren «reivindicar que pensemos de dónde viene realmente la ropa que compramos en masa sin saber muy bien su origen». Buscan «concienciar a la gente acerca de que compramos un mogollón de ropa que en cierta parte no necesitamos tanto e intentar disminuir la gran cantidad de ropa que adquirimos».
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En su proyecto, solicitaban colaboración a la gente que paseaba por esta céntrica plaza burgalesa «y simplemente mediante una pequeña acción de cortar la etiqueta y pegarla» en un cartón».
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Aythami Pérez Miguel
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Además, han grabado un vídeo «de todo el proceso, desde la gente cortando la etiqueta como un experimento social», recuerdan; «hay gente que de hecho pasa de largo y vuelve para fijarse y dicen «pues voy a intentar buscar a ver si tengo alguna etiqueta en el abrigo» y la cortan y la pegan. Eso nos ayuda la verdad que bastante», apuntaban.
El proyecto tiene más recorrido que solamente un trabajo de clase. La idea de estos estudiantes de la Universidad de Burgos es «concienciar de forma general ya, luego subirlo a las redes y dar más visibilidad a todo ello». Es una manera de concienciar sobre un consumo responsable «y aportar un pequeño granito de arena; a ver si podemos», dicen, sabedores de que su acción es pequeña pero muy visible.
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