Las estrategias de agricultura nacionales y el Brexit pueden llevar a la renacionalización de la PAC, con merma de recursos

A esa amenaza se añaden los efectos del Brexit, que supondrá unos 12.000 millones menos de ingresos en el presupuesto europeo a partir de abril de 2019. El resto de países no se ponen de acuerdo sobre el aumento de sus aportaciones para compensar esa merma de ingresos y, si finalmente triunfa el no, la consecuencia será que habrá que recortar gastos, lo que afectará a la PAC, que se lleva el 38 por ciento del gasto.

Aguilera ha detallado que hay 19 países, entre ellos España y con Francia a la cabeza, partidarios de aumentar aportaciones y pasar del uno por ciento al 1,3 del PIB. Otros ocho países no quieren incrementar su aportación y, aunque son menos, entre ellos hay algunos especialmente potentes, como Holanda y Dinamarca, lo que hace que la decisión última no esté clara.

La europarlamentaria se ha mostrado convencida de que no dará tiempo a aprobar la nueva PAC antes de las elecciones europeas previstas para mayo de 2019, porque «además, no tendría sentido aprobar un modelo de PAC sin saber de qué fondos se dispone».

Ha llamado a la tranquilidad de los agricultores porque hay un acuerdo para que se siga aplicando el actual modelo de la PAC hasta que entre en vigor la reforma.

Sin embargo, ha reconocido que hay cierto riesgo de que las ayudas lleguen con recortes, por la repercusión de la merma de los fondos del Reino Unido si antes no se aprueba un nuevo presupuesto que cuente con aportaciones a mayores del resto de países.