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Ander Gil. Gabriel de la Iglesia
Gil: «Espero ser un aporte útil para que Pedro Sánchez sea el próximo presidente»

Gil: «Espero ser un aporte útil para que Pedro Sánchez sea el próximo presidente»

Ander Gil se estrena en el cargo de portavoz del PSOE en el Senado apostando por consolidar los nuevos liderazgos e ideas del partido

Lunes, 10 de julio 2017, 20:22

No quiere confusiones. Es cierto que nació en el hospital vizcaíno de Cruces y que todo el mundo le llama Ander, a pesar de que en su DNI diga que se llama Andrés, pero es del Valle de Mena «de pura cepa». Y ahora, además, ... es portavoz del PSOE en el Senado. Apenas unas semanas después de que Pedro Sánchez se alzara con la victoria en las primarias del partido, Ander Gil, que aterrizó en la Cámara Alta en 2011 tras más de una década como concejal en el Consistorio menés, se convirtió en una de las figuras más relevantes del PSOE, asumiendo la Portavocía de una institución que asegura que necesita un cambio. De todo eso y mucho más charla con BurgosConecta.

«Si hoy soy portavoz en el Senado es porque algo se ha hecho bien en el PSOE de Burgos»

-Su nombre sonó tras la victoria de Pedro Sánchez en las primeras, pero a más de uno le ha pillado por sorpresa. ¿A qué cree que se debe su nombramiento?

-Supongo que será un conjunto de factores, pero creo que hay uno muy importante. Si yo hoy soy portavoz del Senado es porque algo se ha hecho bien en el PSOE de Burgos, porque ha habido alguien que me ha apoyado siempre para que pudiera jugar un papel importante en el Senado. Ese alguien es Esther Peña, que como político y como líder se ha sabido rodear de gente con capacidad. No lo digo tanto por mí como por otros. Eso le honra. A partir de ahí, supongo que se ha valorado mi trayectoria parlamentaria. He sido una persona muy activa en el Senado y creo que he demostrado que desde ahí se pueden hacer muchas cosas.

-Algo habrá tenido que ver su apoyo a Sánchez.

-Obviamente, también ha tenido que ver. Yo apoyé a Pedro Sánchez de manera inequívoca.

-De hecho, Burgos es ‘sanchista’.

Los militantes en las primarias lanzaron un mensaje bastante claro.

-¿Qué mensaje?

Los militantes del PSOE de Burgos quieren un partido que sea inequívocamente de izquierdas capaz de ser alternativa al PP. Aquí sabemos muy bien lo que es sufrir décadas de gobiernos, de recortes, de escándalos de corrupción y de políticas regresivas del PP.

-¿Tiene algo que ver esa circunstancia con el buen momento que vive el PSOE en Burgos, con usted en el Senado, Jurado en la Ejecutiva nacional y Tudanca en Castilla y León?

-Es posible que tenga alguna relación, pero creo que es más el resultado de un trabajo bien hecho en los últimos años que inició Luis Tudanca. Se trata de un trabajo de renovación, de apuesta por la cantera y de creación de nuevos referentes. Un ejemplo perfecto es el caso Miranda, donde los compañeros han aupado a Aitana Hernando, que ahora mismo es un referente en todo Castilla y León, o el de Burgos capital, donde Daniel de la Rosa ha hecho lo propio. El partido ha hecho un ejercicio muy interesante.

«En el último Congreso Federal ha habido un debate muy intenso de posicionamientos»

-¿Se trata de una renovación estética y generacional o de fondo?

-El último Congreso Federal del PSOE ha dado respuesta a esa pregunta. Es verdad que ha habido un debate sobre liderazgos, renovación y relevo generacional, pero sobre todo ha habido un debate muy intenso sobre posicionamientos. El PSOE tenía la necesidad de responder a nuevas preguntas derivadas del proceso de globalización y del papel que ha de jugar la socialdemocracia en Europa. Hemos hecho un proceso de ideas y eso ha derivado en que hayamos tomado decisiones que algunos no han entendido.

-¿Estamos hablando del CETA?

-Entre otras. Nosotros somos favorables al comercio internacional, pero ha de ser un modelo de globalización justo, en el que los acuerdos internacionales antepongan por encima de todos los intereses los de los ciudadanos. No es que estemos en contra del CETA en sí, pero vemos que le faltan muchas cosas. Se ha globalizado todo en este mundo, pero los derechos de las personas no, y las desigualdades no se reducen. Por eso, nada más acabar el congreso, hemos dicho que no. Quizá no lo hemos hecho muy bien desde el punto de vista comunicativo, pero lo hemos dicho alto y claro.

-El PSOE se encuentra ahora mismo en un punto de inflexión en su historia. ¿Qué van a hacer durante los últimos años de legislatura?

-Seguir haciendo lo que estamos haciendo en el Congreso y el Senado, es decir, establecer un canal de diálogo en torno a una prioridad absoluta como es nuestra agenda social. Los ciudadanos no perdonarían a las fuerzas de la oposición que no intentáramos llegar a acuerdos que pudieran dar la vuelta a alguna de las políticas del PP. Hemos puesto encima de la mesa un espacio de entendimiento con Ciudadanos y Podemos para ponernos de acuerdo en algunas cuestiones que consideramos necesarias y urgentes, como el rescate de la gente joven.

-Usted aterrizó en la política nacional tras el 15-M. ¿Ha cambiado algo?

-Hay un hecho innegable, y es que han entrado nuevas fuerzas políticas en el Congreso y en el Senado. Y eso se traduce en que hay mayor pluralidad en los debates. El único que no ha cambiado es el PP.

«La política que se hace todos los días en los municipios de este país es política de Estado»

-¿Cómo pasa alguien de ser concejal en un municipio como Valle de Mena a ser portavoz del PSOE en el Senado?

-Yo no he tenido una carrera fulgurante en política, como he leído en algún medio. Yo empecé en el 95′ haciendo alta política, que es la que se hace todos los días en los municipios de este país, con muy poco dinero, mucha imaginación y miles de horas. Esa es política de Estado. De hecho, creo que la parte más importante de mi trayectoria política tiene que ver con esa época. Es la que marca mi manera de expresarme y mi manera de entender este país.

-¿Llama la atención en Madrid el hecho de que venga de un pueblo como Villasana?

-Sí.

-¿Se puede entender como un guiño a la realidad rural de España?

-Sin duda. De hecho, creo que en mi perfil se dan algunas circunstancias que pueden entenderse como un guiño. Para empezar, yo no pertenezco a ninguna saga política. Mi padre es albañil y mi madre es cocinera. Además, vengo de un pueblo y de una agrupación pequeña y soy de una generación diferente. Es cierto que tengo 43 años, pero quizá en el Senado pueda parecer un niño. El hecho de que el PSOE sea capaz de sacar de la cantera a alguien así a jugar en el primer equipo dice mucho de este partido. Creo que es bueno que se escuchen también estas otras visiones de España y de la política. Además, es algo que no oculto, ni mucho menos. Cada vez que puedo hablo de mi tierra y del mundo rural.

-Entiendo que prefiere el Valle de Mena a Madrid.

-Por supuesto. Aunque me suponga un gran esfuerzo ir y venir todas las semanas, quiero seguir viviendo en el lugar en el que he sido elegido y no perder el contacto con esa realidad.

-Usted es uno de los políticos más activos en redes sociales, no de Burgos, sino de toda España.

-Eso tiene mucho que ver con mi perfil personal. Para alguien que está en un pueblo de una provincia tan rural, que sabe lo que es el aislamiento en invierno, de la necesidad de hacerse oír, las redes sociales son un altavoz. Es casi una necesidad utilizarlas. Yo comencé muy pronto y lo vinculé a mi actividad política en una doble dirección: para hacerme oír y para escuchar a la gente, porque siempre he creído en la inteligencia colectiva. Cuando voy a hacer alguna pregunta a algún ministro, suelo preguntar antes en la red '¿qué le diríais?'. De verdad, en estos años he recibido respuestas brillantes que he acabado utilizando.

-También habrá recibido alguna barbaridad.

-Claro, en la red hay de todo, incluso algún insulto hacia mí.

«Hemos ganado una batalla muy importante contra el fracking, pero no la guerra»

-La suya ha sido una de las voces más activas contra el fracking en Madrid. Parece que han ganado la batalla.

-Esa es una medalla que no me puedo colgar, porque no es mía. Es de los vecinos, las plataformas y las asociaciones de Las Merindades que salieron a la calle para decir que nuestro entorno no se vende. A partir de ahí, creo que hemos ganado una batalla muy importante, pero no la guerra. Ganaremos esa guerra cuando consigamos cambiar algunas leyes que aún hoy pueden permitir el desarrollo de proyectos.

-Otro de sus grandes caballos de batalla ha sido Garoña.

-Sí, y el tiempo nos ha dado la razón. Hasta Iberdrola lo ha hecho. Siempre dijimos que la central era insostenible económicamente, innecesaria desde el punto de vista energético y que había que pasar de ese debate del cierre para centrarse en el debate de las alternativas. Sabíamos que el cierre iba a llegar, pero todavía estamos esperando un plan alternativo. El PP llegará tarde también a esto a costa de la pérdida de oportunidades para Burgos. Es más, creo que es una deuda histórica que tiene España con esta provincia, que ha sido muy generosa albergando durante 40 años una central nuclear, que no es precisamente un taller de alfarería.

-¿Qué papel espera jugar en ese PSOE que dice que se está gestando?

Espero ser un aporte útil para que Pedro Sánchez sea el próximo presidente de un Gobierno de izquierdas que dé respuesta a una mayoría social. Con eso me doy por satisfecho.

«Rajoy y Saenz de Santamaría han huido de las preguntas en el Senado»

-De momento, ya se ha estrenado en el cargo. ¿Qué tal estas primeras jornadas?

-Bien. He tenido la oportunidad de intervenir como portavoz en la sesión de control del último Pleno, aunque no he podido preguntarle a Mariano Rajoy o a Soraya Saenz de Santamaría, porque han decidido huir de las preguntas en el Senado. Pero como soy portavoz y me gusta intervenir, le pregunté al ministro de Justicia sobre una cuestión que me parece tremendamente grave, como es el hecho de que el presidente del Gobierno, a finales de este mes de julio, se vaya a sentar en el banquillo de la Audiencia Nacional como máximo responsable de un partido imputado por corrupción. Esto no pasaría en ningún país de la Unión Europea. Es una situación insostenible.

-Pero Rajoy sigue siendo presidente.

-Sigue ahí porque la estrategia del PP en este asunto es intentar utilizar todas las herramientas de presión y control de las instituciones y todo lo que tengan en su mano para salvar al soldado Rajoy, intentar ganar tiempo para que la recuperación económica les favorezca en su gestión, pero a los ciudadanos les preocupa cada vez más. Y en lugares en los que nunca había pasado nada estamos viendo cosas absolutamente increíbles. Lo de Castilla y León es alucinante.

«El PP no ha entendido el mensaje de las elecciones»

-Rajoy y Sáenz de Santamaría no comparecieron en el Senado porque el PP tiene mayoría absoluta en la cámara. Ese escenario es complejo, ¿no?

-Es verdad que el PP tiene mayoría en el Senado, pero no por mayoría de votos, sino por un sistema electoral que les favorece totalmente. Con un 30 por ciento de los votos tienen la mayoría absoluta en el Senado. Pero al margen de todo eso, creo que el PP no ha entendido el mensaje de las elecciones. El tiempo de las mayorías absolutas mal entendidas y de los rodillos parlamentarios ha acabado. La gente ha pedido otra cosa. Quiere pluralidad política, entendimiento entre diferentes fuerzas y un cambio. Sin embargo, el PP se está comportando igual que si tuvieran una mayoría absoluta. Por ejemplo, en el debate de los últimos Presupuestos Generales del Estado, nosotros presentamos 1.800 enmiendas, 30 de las cuales eran de Burgos, y no aceptaron ni una. Hombre, torpes podemos ser todos, pero alguna buena habría. En el caso de las de Burgos, consideramos que eran, no solo buenas, sino necesarias, pero ni un solo parlamentario del PP de la provincia las apoyó. No está sabiendo gestionar su minoría parlamentaria. No sabe tender puentes. Y lo peor de todo es que están poniendo en riesgo la recuperación económica del país.

-¿Ese reparto de fuerzas no pone en cuestión el papel del Senado?

-No es un problema del Senado como institución, sino de la voluntad política del grupo mayoritario. No hay nada en el reglamento del Senado que impida al PP obligar al presidente del Gobierno a comparecer, como tampoco hay nada que les impida aprobar alguna de las enmiendas a los presupuestos. Eso no quiere decir que el Senado no necesite una reforma, pero antes hay que hacer funcionar lo que tenemos, y el PP, lejos de hacerlo funcionar, está haciendo un uso perverso de esta institución. La está denostando.

«La reforma del Senado no puede esperar mucho más tiempo»

-Entonces, ¿hay que reformar el Senado?

-Sin duda. No es sostenible durante mucho más tiempo este modelo. Si hemos decidido en este país que la toma de decisiones sobre cuestiones como la sanidad o la educación, transferidas a las comunidades autónomas, se tomen en los territorios, tiene que haber una cámara en la que se debatan en primera lectura las leyes que les afectan directamente. Un estado descentralizado como España necesita una cámara de coordinación territorial donde se decida en primera instancia y se coordinen de manera horizontal estas materias. No es comprensible que haya diferencias en la prestación de algunos servicios básicos dependiendo de la comunidad. Los estándares deben homologados, coordinados y desarrollados por el Senado. No hay ningún país descentralizado del mundo que no tenga una cámara de este tipo. Luego, otra cosa será el tamaño o la fórmula de elección, pero la reforma no puede esperar mucho más tiempo.

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