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Burgos contará a partir del próximo curso con una nueva escuela infantil de carácter municipal. Y es que, está previsto que el próximo mes de septiembre entre en servicio la escuela infantil de Río Vena, cuya construcción está prácticamente concluida tras varios meses de trabajo.
De hecho, según confirma la concejala de Servicios Sociales, Sonia Rodríguez, la obra civil finalizó hace ya algunas semanas. Esto es, que el edificio en sí ya está totalmente construido. Sin embargo, aún no se ha recepcionado la obra, ya que para ello es necesario tener completamente instalada la cocina con la que contará el centro y todos los servicios complementarios a esta.
En principio, la instalación de la cocina está incluida en el proyecto del equipamiento, cuyos pliegos ya se están redactando y se confían en licitar en las próximas semanas para dar carpetazo definitivo a la actuación cuanto antes. De momento, este contrato ya está incluido en el presupuesto y cuenta con la dotación económica necesaria (250.000 euros) por lo que el proceso no debería demorarse mucho.
Es más, el Ayuntamiento da por hecho que la escuela infantil esté plenamente operativa cuando arranque el próximo curso escolar. «El centro abrirá en septiembre», asegura Rodríguez. De hecho, añade, a «finales de marzo o principios de abril» saldrá la convocatoria de plazas para las escuelas infantiles municipales, y la de Río Vena estará incluida.
Y lo estará con las mismas condiciones que las otras tres escuelas ya operativas (Villalonquéjar, Pequeño Cid y Gigantillos), incluida la gratuidad de las plazas para los alumnos de dos a tres años en virtud de la normativa publicada al respecto por la Junta de Castilla y León. Eso sí, tal y como reconoce Rodríguez, aún quedan flecos por concretar en este sentido.
En todo caso, la puesta en servicio de la nueva escuela infantil supondrá un punto de inflexión para el Ayuntamiento. No en vano, y más allá de dotar a la ciudad de otras 102 plazas para niños de cero a tres años (las mismas que el resto), recuperando así el servicio de la antigua escuela infantil cerrada hace más de una década en esa parcela, será el primer edificio de titularidad municipal con certificado de máxima eficiencia energética. El diseño y los materiales responden a la idea de «consumo casi nulo» y desde el equipo de Gobierno esperan que sirva de ejemplo para futuras instalaciones.
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