El EnClave de Calle estaba «archivado desde marzo» por falta de presupuesto

«Este año seria la 23ª edición de un festival EnClave que se ha creando como referencia año a año. Se preparó una programación exigente y bonita, pero no había respuesta política ni partida presupuestaria. El propio área procedió por responsabilidad al archivo del expediente en el mes de marzo porque no había seguridad en su contratación y no había dinero«, ha afirmado Álvarez.

Álvarez ha asegurado que tras la modificación presupuestaria aprobada el pasado 26 de julio, donde se ha incorporado medio millón de euros para Cultura y Festejos, el área dispone de 130.000 euros para encarar los proyectos que se quieran llevar a cabo durante la segunda mitad de año en esta materia, cifra a lo que debe restarse una deuda de unos 88.000 euros arrastrada desde el año pasado.

«Pero es que aparte de esto, existe un contrato que pertenece a toda la Concejalía de Cultura contratado con Promociones Salas por un montante de 550.000 euros anuales que está completamente agotado. Para poder tirar de todas las actividades que requiere este contrato, que no solamente son de fiestas, también son de cultura, se requeriría una aportación de 300.000 euros más. Es decir, que al saldo anterior hay que sumarle que faltan trescientos mil euros para poder completar el año», ha expuesto Álvarez sobre las cuentas del área.

«Con estas cuentas teníamos que abordar el EnClave y parte de la programación de Navidad», ha revelado la concejala que ha criticado que «se ha tirado la casa por la ventana sin tener en cuenta ningún tipo de previsión» y que «es una vergüenza que el Ayuntamiento de Burgos tenga a gente a la que se le debe dinero».

Aún con estos condicionantes, la concejala de Festejos ha señalado que se podría organizar «una programación sucedánea» que llevase la danza y otros tipos de arte escénica en la calle «pero ya no seria EnClave de calle, no tendría esa categoría». «Es un parón que nos hace tener que disculparnos con las agrupaciones, pero es parar ahora o seguir apostar haciéndolo mal», ha lamentado.

En este sentido, Álvarez ha hecho referencia a los Sampedros 2023, que han terminado con un coste aproximado de 2,2 millones de euros «cuando en ciudades de nuestro entorno como Pamplona, con veinte mil habitantes más, no se superan los dos millones».

«En las fiestas ha habido que firmar contratos a última hora y estuvo todo desvencijado. No pudieron empezar a contratar hasta el 11 de junio. La improvisación del equipo socialista en la legislatura pasada se ha hecho patente en las fiestas y en esta partida para EnClave de calle.», ha reiterado su critica la nueva concejala de Festejos.

En concreto, Álvarez ha enumerado algunas de las deudas que el Consistorio aún no ha saldado y que arrastra desde el pasado año, caso de la serigrafía de los pañuelos de las fiestas de 2022 «de la que aún se deben 6.000 euros», de la retransmisión del Viernes de Dolores de la Semana Santa, de los Danzantes o de los alquileres de las naves para elaborar y guardar las carrozas de la Cabalgata de peñas, «de las que aún se debe parte del 2022 y el 2023 entero a razón de 800 euros por mes», ha concluido la concejala.

Sin EnClave, desde Festejos se han planteado varias alternativas para ofertar a la ciudadanía en ocio y cultura. Sin ir más lejos, en las mismas fechas que estaba programado el festival de artes escénicas, la concejala ha avanzado que se trabaja para poder llevar a cabo una charangada por las calles de la ciudad protagonizada por las seis «excelentes» agrupaciones con las que cuenta Burgos y que tendrían un coste de entre siete y ocho mil euros.

Además de esta propuesta, Álvarez ha anunciado que se trabaja en otras opciones como recuperar los bailes para mayores el martes y jueves de la penúltima semana de agosto en dos escenarios «de fácil acceso y mucho tránsito para que la gente se anime» y que contarían con cobertura hostelera y food trucks a un coste total «de unos veinte mil euros».

Enfocado al ocio adolescente, Álvarez ha deslizado que se baraja la posibilidad de organizar una fiesta con DJ, actuaciones y actividades tipo gymcana y similares que podría coincidir o con la festividad anglosajona de Halloween o una Champanada organizada el último día de clases antes de las vacaciones de Navidad.