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Los disturbios registrados en las últimas jornadas en Barcelona han tenido consecuencia directa para los burgaleses. Al menos para los 45 viajeros que el viernes por la tarde tomaron el avión procendente de Villafría hasta el aeropuerto de Barcelona.
Rosa Niño, concejala de Ciudadanos ... del Ayuntamiento de Burgos, era una de las personas que tomaron un vuelo que ya salió tarde de Burgos porque no llegaba de Barcelona, según relata ella misma. «Tenía que haber salido a las 16:20 horas y no salió hasta las 18:30 horas». Dado el retraso acumulado, Niño perdió un segundo vuelo que salía desde El Prat pasadas las 20:00 horas. Tras intentar reclamar a la compañía y no hallar una solución inmediata, decidió volar al día siguiente.
La sorpresa llegó al intentar salir del aeropuerto en busca de un hotel en el que alojarse para pasar la noche. El aeropuerto barcelonés estaba completamente rodeado por las fuerzas de seguridad -ante la situación de huelga y para garantizar la seguridad-. Y los propios agentes le aconsejaron que permaneciera dentro del aeropuerto para asegurarse de que pudiese volar al día siguiente.
Tras esta advertencia, la concejala, junto a un grupo de personas, tuvo que quedarse a hacer noche en el aeropuerto para tomar el nuevo vuelo. De esta forma, «aproximadamente 400 personas» permanecieron en el suelo de la zona de embarque intentando dormir. Pero no pudeiron dormir porque «se vivía un estado de nerviosismo, de ansiedad, se oían ruidos que no se sabía de donde llegaban». Nervios, pero no miedo, según reconoce. «No sentí miedo porque dentro no pasa nada, todo estaba preparado perfectamente», explica.
Seguimos retenidos en el aeropuerto de la ciudad de Barcelona sin poder usar el derecho que me da el Artículo 19 de la Constitución Española. Pués nadie nos garantiza la seguridad de no sufrir un agresión. Señor Sánchez no siga mintiendo a los españoles. Nos está maltratando. pic.twitter.com/xbMuodaGce
Rosa María Niño Salas (@RosaNinoCs) October 18, 2019
Muchas horas para pensar, reflexionar y conversar sobre la crítica situación que les había tocado vivir en primera persona.«Sentí rabia, indignación y pena. Rabia por no poder moverme libremente en mi país, indignación por lo que estaba pasando fuera y pena porque pude sentir el dolor de la gente catalana y ellos son los que se quedan allí».
La concjela lamenta la situación vivida. Afortunadamente, y a pesar del percance y el mal rato, Niño ha podido comenzar sus vacaciones. Eso sí, en su maleta ha incluido la «preocupación y el enfado» por el papel que está jugando el Gobierno de Sánchez en la crisis catalana.
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