La Policía Local de Burgos ha detenido a tres personas como presuntas autoras de varios delitos de violencia intrafamiliar, cometidos en distintos domicilios del distrito oeste de la ciudad.
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La primera de las detenciones tuvo lugar el pasado domingo 4 de agosto cuando sobre las 00:55 horas se recibió un aviso del 112 informando de que un hombre había agredido a una mujer. En una discusión, el hombre agredió a la mujer y la víctima recibió un golpe en el rostro.
La mujer se encontraba muy nerviosa y sollozante y presentaba heridas en el rostro. Manifestó a los agentes haber sufrido insultos, vejaciones, así como la citada agresión.
La intervención, conjunta entre Policía Loca y Policía Nacional, se saldó con la detención de un hombre de 52 años como presunto autor de un delito de violencia de género.
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Dos detenciones en cuatro horas
Las otras dos detenciones tuvieron lugar a lo largo de la tarde del jueves 8 de agosto, con una diferencia de apenas cuatro horas.
El 1-1-2 recibió un aviso sobre las 17.30 horas donde se informaba de la agresión de un hijo a su progenitor debido a una fuerte discusión. Los agentes de Policía Local, tras las pesquisas realizadas, procedieron a detener al joven de 28 años como presunto autor de un delito de malos tratos en el ámbito familiar.
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La última detención tuvo lugar sobre las 21.45 horas del mismo 8 de agosto como consecuencia de un maltrato psicológico continuado en el tiempo y ejercido por un varón de 57 años sobre su madre de avanzada edad.
A la última
Agresión, fuga y abandono
Además de estas tres detenciones, en la madrugada del viernes 9 de agosto, la Policía Local investigó otro caso de violencia de género y abandono familiar de un ciudadano francés que se encontraba de paso por la ciudad de Burgos.
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Tras agredir a su pareja, este hombre huyó del lugar. Para ello hizo uso del vehículo en el que viajaban que era, además, propiedad de la víctima. Así, dejó en tierra y sin apenas dinero ni enseres personales a una mujer de 31 años y a dos niños de siete y diez años, residentes en Bruselas.
Tras las gestiones realizadas por los agentes de la Policía Local, las víctimas han podido continuar viaje hacia su destino final, tomando de madrugada un autobús con dirección a Bruselas, donde denunciarán los hechos.
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