Desarticulada en Burgos una de las bandas de narcos más activas del norte de España

La operación se ha cerrado con la detención de ocho personas y la incautación de cientos de kilos de droga, así como de una veintena de coches de alta gama, una pistola, dinero y diferente material destinado al tráfico de estupefacientes. Siete de los detenidos ya han sido ingresados en prisión de manera provisional, incluido el cabecilla.

Se trata J.L.R., un histórico narcotraficante burgalés con numerosos antecedentes, entre ellos los derivados del crimen del pub 'Chaplin' de Miranda de Ebro en 1993, donde el detenido y otro hombre (T.T.S.) asesinaron a dos personas, retuvieron y violaron a una mujer y quemaron el establecimiento antes de ser arrestados y condenados a más de 50 años de prisión cada uno. A esos antecedentes también se les suma un intento de fuga de la cárcel de Burgos aprovechando un permiso penitenciario y otros por tráfico de drogas, hurto y daños, tal y como explican fuentes policiales.

La operación, denominada 'Chaplin', se inició en 2020 a raíz de la confluencia de dos investigaciones independientes promovidas por la Policía Nacional de Burgos y la Guardia Civil de Guipúzcoa. Según ha explicado hoy el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Policía Nacional, José Manuel del Barco, a principios del año pasado, agentes de la comisaría de Burgos tuvieron conocimiento de una serie de contactos entre el cabecilla de la banda y miembros del clan gallego de 'Los Charlines', dedicado al tráfico de cocaína.

A raíz de esas primeras informaciones, se activó un estrecho seguimiento del sospechoso y se detectaron otros contactos con diferentes narcotraficantes de Burgos y el País Vasco. Paralelamente, la Guardia Civil estaba investigando a una red de tráfico de estupefacientes con presencia en Guipúzcoa y Navarra. Vista la conexión entre ambas investigaciones, ambos cuerpos arrancaron una operación conjunta, en la que también han venido colaborando agentes de la Comisaría Central de Madrid.

Tras varios meses de seguimiento, los investigadores pudieron corroborar que se estaba montando una compleja estructura delictiva dedicada al tráfico de drogas en buena parte del tercio norte peninsular y con contactos con grandes distribuidores en Galicia, Madrid y el Levante.

Finalmente, a principios del mes pasado, los agentes tuvieron conocimiento de un próximo traslado de droga desde Madrid hacia el norte, momento que aprovecharon para desarrollar la primera intervención directa, interceptando los vehículos, localizando varios kilos de hachís, marihuana y cocaína, así como una pistola «preparada para ser usada».

De manera paralela, los investigadores practicaron sendos registros en los domicilios de los detenidos, así como en una nave industrial de la ciudad de Burgos y dos garajes situados en las localidades vascas de Ibarra y Ordizia, reconvertidos en laboratorios. Esta fase de la operación concluyó con la intervención de 20 kilos de 'speed', 5 kilos de 'MDMA', 300 kilos de hachís, 2 kilos de cocaína y 50 kilos de marihuana, 20 vehículos de alta gama y 19.600 euros en efectivo. Además, en ese momento fue detenido el presunto cabecilla de la banda, así como varios miembros de las rama establecida en País Vasco y Navarra.

Durante las siguientes semanas, la Policía mantuvo su vigilancia sobre el resto de sospechosos, incluyendo al que los investigadores consideraban el «lugarteniente» del cabecilla, quien al parecer lideraba la rama madrileña de la banda y estaba trabajando para reflotar la operativa tras la detención del jefe.

Así, a finales del mes pasado, el sospechoso, junto a otros miembros de la banda, desarrolló un viaje hasta la localidad valenciana de Paterna, donde estaba prevista la carga de nuevos suministros de cocaína. Una vez allí, uno de los vehículos implicados, provisto de un compartimento estanco tipo caleta, se introdujo en un garaje y posteriormente se dirigió hasta una vía de servicio próxima. Allí le esperaba el otro turismo que haría de lanzadera durante el trayecto de vuelta a la capital. A la vista de los hechos, los agentes procedieron a a la interceptación de ambos vehículos y la detención de sus ocupantes, localizando en uno de los turismos quince paquetes de cocaína de un kilo de peso cada uno. Otros tres miembros de la rama valencia resultaron igualmente detenidos.

En ese momento, se registró también una vivienda de San Sebastián de los Reyes que los investigadores consideraban que se utilizaba como almacén general. En este último se detuvo a un tercer miembro de la rama madrileña de la organización y se incautaron varios kilos de drogas sintéticas, así como dinero en efectivo, básculas de precisión y material de laboratorio para adulterar estupefacientes.

En total, la operación se ha saldado con la intervención de 300 kilos de marihuana, 5 kilos de 'MDMA', 20 kilos de 'speed', 57 kilos de cocaína (incluidos varios kilos de cocaína rosa), 50 kilos de marihuana, 2 kilos de anfetamina y medio kilo de ketamina. El valor de toda esa droga supera los seis millones de euros en el mercado negro. Además, se han intervenido una veintena de coches de alta gama, muchos de ellos trucados y preparados para esconder droga y burlar la vigilancia policial.

Todos los detenidos son españoles o, en su defecto, de nacionalidad española, vecinos de las provincias de Burgos, Madrid y Guipúzcoa. Siete ya están en prisión provisional, mientras el octavo ha quedado en libertad provisional, aunque con numerosos cargos penales.

Se trataba, según han explicado los responsables del operativo, de una organización delictiva muy «profesional» y «especializada» que tenía una importante actividad en el tercio norte peninsular. Su líder, además, era un viejo conocido de la Policía. No en vano, con apenas 45 años de edad ya sabe lo que es pasar por la cárcel como autor de un asesinato en el pub Chaplin de Miranda de Ebro, un suceso por el que también fue condenado por el delito de retención ilegal. También tenía antecedentes por tráfico de drogas y agresión sexual.

Con todo, la investigación continúa abierta, ya que ahora los investigadores están intentado dilucidar cómo se blanqueaba todo el dinero que ganaba la banda con la distribución de droga.