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Un hombre ha sido detenido en Burgos por dar un botellazo a otro en la cabeza y provocarle heridas de las que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. En el marco de una operación conjunta entre agentes de la Policía Nacional y la Policía Local, se detuvo al varón de 30 años por un delito de agresión con resultado de lesiones graves.
El suceso ocurrió el pasado domingo, 19 de mayo, alrededor de las 2:45 horas en la calle Alejandro Yagüe, donde se informaba de una agresión a un hombre de 29 años que requirió ser trasladado de urgencia al Hospital Universitario para ser intervenido quirúrgicamente.
Desplazados hasta el lugar, los agentes hallaron a un grupo de personas que, ante la presencia policial, pretendía huir hacia la calle Santiago, siendo interceptado en la calle Granmontagne. Varios de los integrantes del grupo mostraban un elevado estado de alteración, además de presentar restos de sangre en la ropa y en las manos, no siendo de ninguno de ellos.
Sucesos en Burgos
Durante el proceso de identificación y mientras se realizaban las pesquisas necesarias para averiguar lo sucedido, un testigo presencial de la agresión informó a los agentes de que en el entorno de plaza Roma se encontraba un joven agredido sangrando abundantemente de la cabeza, donde presentaba una herida de grandes dimensiones a la altura de la sien.
La víctima pudo corroborar a los agentes que fue agredido por sorpresa con una botella en el rostro. El agresor fue identificado y detenido posteriormente entre el grupo, quedando a disposición judicial.
Por otro lado, tras una operación conjunta de la Policía Local de Burgos y la Policía Nacional, se ha detenido a una pareja sentimental por agresiones mutuas. Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado, 18 de mayo, cuando un aviso, a las 17.10 horas, alertaba de una agresión a una mujer a través del Servicio de Emergencias 112.
Una hora y media antes, los agentes ya habían tenido conocimiento de un altercado entre los implicados, un hombre de 25 años y una mujer de 21, en el entorno de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, cuando un testigo presenció una agresión al hombre.
Una vez en su domicilio, situado en la calle Calatravas, los policías pudieron comprobar que ambos habían sufrido agresiones mutuas. En concreto, apreciaron erosiones, así como pequeños restos de sangre, por lo que ambos fueron detenidos por un delito enmarcado dentro de la violencia intrafamiliar.
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