El desprendimiento de tierra deja a la vista huesos humanos en la calle Murallas

Dos arquitectos municipales fueron los primeros en visitar la calle Murallas, después de que la Policía Local la cortar al tráfico en la madrugada del viernes, justos después de que se produjera el desprendimiento de tierra. En su informe, los técnicos reconcen que «sigue habiendo riesgo de desprendimientos», explica la alcaldesa en funciones, Nuria Barrio.

Por ese motivo, la vía va a seguir cerrada al tráfico hasta que se consolide el talud y se garantice que no se producen nuevas caídas. Y la Policía Local ha acordonado toda la zona, también la parte alta. Solo se permite un acceso peatonal a los vecinos, algunos de los cuales se llevaron un buen susto, pues los cascotes de piedra llegaron hasta sus viviendas.

La tierra desprendida se va a retirar, trasladándola al campo de fútbol del antiguo seminario, apunta el concejal de Vías Públicas, Miguel Balbás. Su área es la encargada de la consolidación del talud, rellenado con tierra de diferentes procendencias, pues se han encontrado restros de ladrillos, cascotes y piedras. Todo lo que se retire será analizado, según el edil.

Y en ese primer proceso de observación, retirada de materiales y análisis de situación, es cuando se han localizado huesos «que son humanos pero se desconoce de qué época pueden ser», indica Barrio. Así que, a través del área de Cultura y Turismo, se ha encargado a Fabiola Monzón, la arqueóloga que trabaja con el Ayuntamiento, un estudio arqueológico de los restos.

Se trata de determinar a qué época pertenecen y de dónde proceden. «Hay bastante número de huesos», comenta la alcaldesa en funciones, así que a partir de lunes la arqueóloga comenzará a estudiarlos. También está implicada en la investigación Policía Nacional, explica Balbás, pues si bien se apuesta por un pasado histórico, no se descarta ninguna hipótesis.

Mientras tanto, el Ayuntamiento trabajará para estabilizar el talud y que, cuanto antes, se pueda reabrir al tráfico la vía, pero con plenas garantías de seguridad. Para ello es necesario, no solo retirar la tierra desplazada, sino también toda aquella que se pueda seguir desprendiendo. Hay que volver a darle forma al talud, una forma estable, de pared vertical, explica Miguel Balbás.

La tarea corresponde al área de Vías Públicas, que trabajará conjuntamente con Arquitectura, Policía Local y los Bomberos de Burgos. Para los trabajos de estabilización se tene que determinar qué es lo que ha pasado con exactitud, por qué se ha venido abajo el talud, y así plantear una solución que evite nuevos sustos a los vecinos de Murallas.