El TSJ desestima el último recurso y ordena la retirada del cenador de la muralla

La polémica se arrastra desde 2016, cuando se instaló la pérgola. Desde entonces, el Ayuntamiento y el propietario de la vivienda mantenían un conflicto que acabó en los tribunales. Básicamente, el Ayuntamiento consideró en todo momento que se trata de un bien mueble, y que por lo tanto exigía de licencias y permisos que nunca se solicitaron. Además, el cenador fue instalado en un lienzo de la muralla cuya titularidad estaba en tela de juicio, pero que cuenta con especial protección patrimonial.

Por su parte, el vecino argumentaba que se trataba de una instalación móvil y que tenía derecho a instalarla en ese espacio, por lo que desde un primer momento se negó a retirar la estructura y acabó recurriendo ante los tribunales el expediente de restauración de la legalidad impulsado por el Ayuntamiento.

Ya el año pasado, la Sala de lo Contencioso Administrativo dio la razón al Ayuntamiento, sentenciando que la pérgola tenía vocación de permanencia, por lo que se trataba de un bien inmueble. Ahora, el TSJ ha ratificado esa idea, poniendo fin al conflicto, al menos judicialmente. Y es que, el propietario de la vivienda debe ahora retirar la estructura.

En este sentido, el concejal de Fomento, Daniel Garabito asegura que confían en que el promotor de la instalación de la pérgola la retire motu proprio a corto plazo. En caso de que no lo haga, el Consistorio no descarta solicitar la ejecución de la sentencia inmediata y, llegado el caso, actuar de oficio