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Los cofrades de Las Siete Palabras descienden al Santísimo Cristo de Burgos de la cruz tras quitarle los clavos A. Rodríguez

El Desenclavo vuelve a iniciar el Viernes de Pasión en Burgos

El acto del Descendimiento del Cristo bajo la angustiada mirada de la Virgen de la Consolación ha concluido sin besapié por el coronavirus

Viernes, 15 de abril 2022, 14:56

Al amparo de la Catedral de Burgos y con las miradas de devoción de los feligreses y visitantes al sol del Viernes Santo. Así inició su particular camino a la Cruz este año el Santísimo Cristo de Burgos -su réplica realizada en 2013- portada a ... hombros por los hermanos de la Cofradía de las Siete Palabras y del Santísimo Cristo de Burgos.

Sin limitaciones de aforo como en 2021, liberado hacia su muerte, la imagen remontó el camino entre las escaleras de la puerta Sarmental de la Seo burgalesa hasta la Plaza de Santa María.

Fue aquí, como manda la tradición, donde se ha realizado la lectura del pasaje de la crucifixión y la posterior entrega del cuerpo inerte de a la Virgen de las Sagradas Escrituras al tiempo que se representaba los instantes previos al alzamiento.

Bajo un solemne silencio y con la Virgen de la Consolación presente a hombros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Misericordia y de la Esperanza, Cristo se encomendó al Padre, y expiró.

Galería. La Virgen de la Consolación recibe el cuerpo inerte de su hijo tras el Desenclavo

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Galería. La Virgen de la Consolación recibe el cuerpo inerte de su hijo tras el Desenclavo A. Rodríguez

Tras su sacrificio, la carraca de la Catedral -pieza del siglo XIX- rompió la silente calma y anunció la muerte de Jesús desde la Torre Norte del templo al abrigo de algunas lágrimas de los fieles.

A continuación, los cofrades de Las Siete Palabras han retirado uno a uno los clavos que sujetan la imagen del Santísimo Cristo de Burgos a la cruz de madera, para hacerlo descender y presentarlo ante su Madre.

Tras el acto, el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha pronunciado unas palabras en las que se ha referido «a la cruz personal de cada uno» y ha invitado a todos a resguardarse en la fe para superar los momentos de dificultad.

Sin besapié

Tras tener unas palabras de recuerdo para los fallecidos durante la pandemia y los que sufren a causa de las guerras, el arzobispo ha finalizado su intervención y después, se ha procedido a informar a los presentes que el habitual besapié realizado tras el acto del Desenclavo no iba a celebrarse este año a causa del coronavirus.

Ante la comprensión de los fieles, diferentes autoridades han completado una reverencia breve ante la imagen del Santísimo Cristo de Burgos para mostrar su respeto y devoción en representación de la ciudadanía burgalesa.

Con el retorno de la Virgen a la sede, el Cristo ha sido de nuevo introducido en la Catedral por la Puerta de Santa María ante los aplausos de los presentes para aguardar el momento de completar esta tarde la Pasión en la procesión vespertina.

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