Cuando cultivar un huerto es terapéutico y nos enseña el valor de la naturaleza

«Se trata de un proyecto intergeneracional», explica Concepción Camarero, la presidenta de la asociación de vecinos, que se muestra ilusionada con la iniciativa. «Era nuestro sueño, el proyecto estrella de la asociación y por fin es una realidad», recuerda, pues fueron ellos, junto con Huerteco, quienes llevaron la propuesta de huerto urbano al Ayuntamiento de Burgos.

Y el huerto de ocio, réplica del Soto de Don Ponce, que se iba a preparar en la Zona Sur de la ciudad, se trasladó a la parcela de la calle Francisco Salinas. Ahora, los 8.000 metros cuadrados acondicionados se repartirán entre huertos de ocio para los vecinos y el proyecto socioeducativo. En concreto, este ocupará unos 1.000 metros cuadrados, que ya están cogiendo forma.

Huerteco ha plantado este verano tomates, principalmente, y lucen lustrosos todavía a mediados de septiembre. Por su parte, voluntarios de la asociación han plantado también una variedad importante de verduras. El líder ha sido Martin, que ha hecho el trabajo duro y es un experto en horticultura, que está enseñando a todo el que quiere aprender los misterios de la huerta.

Ahora toca ir avanzando en el proyecto intergeneracional, recabando voluntarios para que niños y mayores pasen tiempo en el huerto y planteen futuros cultivos. «Los mayores tienen mucho conocimiento del trabajo en el campo y pueden compartirlo con los niños», explica Camarero. Además, quieren hacer actividades en la pérgola instalada.

Por su parte, Huerteco ha empezado a trabajar con los colegios del barrio, Solar del Cid y Fuentecillas. Diego Martín comenta que la idea es que «los alumnos vengan al huerto y tengan un espacio para ver cómo pasan las estaciones». También para que ellos sean protagonistas, planten, recolecten y se coman lo frutos de la huerta.

«Se pretende acercar a los niños los sabores de antes. Es un delito que n puedan comer productos naturales como estos», asegura Martín. Así que el proyecto irá poco a poco creciendo, con la experiencia de Huerteco. Además, Martín recuerda que hay una parte terapéutica, pues se instalarán bancales adaptados para personas con discapacidad.

Huerteco viene trabajando con Autismo Burgos, ADACEBUR y APACE, pero sumará al proyecto en Fuentecillas a otras entidades de la ciudad, como las personas con esclerosis múltiple. Y todo ello aderezado con formación en medio ambiente, pues también habrá jornadas informativas, talleres y se resolverán dudas para todos aquellos que quieran cultivar un huerto de ocio.

El proyecto se completa con un espacio de plantas aromáticas, un bosque comestible (con árboles frutales) y un hotel de insectos. Se trata de crear refugios para los animales, cada material (madera, ladrillos...) atrae a un tipo de insecto, y son ellos los que ayudar a luchar contra las platas y las enfermedades que pueden aquejar al huerto sin necesidad de echar productos químicos.

La Asociación de Vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas podrá disponer de los 1.000 metros cedidos durante dos años, a través de un convenio que se puede prorrogar otros dos. Al margen están los 70 huertos de ocio que sacará a concesión el Ayuntamiento a finales de año, para que los vecinos los puedan empezar a cultivar en primavera.

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