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Llegó el día. La calle Santander se ha cerrado hoy al tráfico rodado, cumpliendo así la propuesta lanzada por el Equipo de Gobierno municipal, que ha decidido decretar el cierre al tráfico de la céntrica vía durante los domingos y festivos, profundizando así en la política de peatonalizaciones emprendida en la capital provincial desde hace años.
Sin embargo, esta decisión ha venido precedida de polémica y muchas críticas, toda vez que la calle Santander es prácticamente la única vía de acceso entre la margen izquierda del río Arlanzón y la zona de la la Avenida del Cid.
A pesar de dichas críticas, elevadas por la oposición municipal y varios colectivos vecinales, la decisión del Equipo de Gobierno era firme y la calle se ha cortado al tráfico desde las 10 de la mañana. Hasta las 21 horas, los únicos vehículos que tienen permiso para circular son los autobuses, los coches de los residentes y los vehículos de emergencia, amén de los usuarios del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor.
Para informar de la medida, sendas dotaciones de la Policía Local han desplegado desde primera hora las correspondientes señales y vallas, que han pillado de sorpresa a más de uno.
La Policía Local ha tenido que desplegarse desde primera hora para señalizar el corte al tráfico rodado y vigilar el acceso de vehículos particulares a la calle Santander desde la Plaza del Cid.
Los únicos vehículos que tienen permiso para circular por la céntrica vía son los autobuses, amén de los coches de los residentes y los vehículos de emergencia. Los taxis, por su parte, han de buscar alternativas.
El acceso a la calle Santander desde la calle Vitoria está prohibido, obligando a los vehículos particulares a utilizar otras rutas.
Muchos ciudadanos desconocían la puesta en marcha de la medida y los peatones apenas han hecho uso del carril reservado el resto de días para el tráfico rodado durante toda la mañana.
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Sara I. Belled, Clara Privé y Lourdes Pérez
Clara Alba, Cristina Cándido y Leticia Aróstegui
Javier Martínez y Leticia Aróstegui
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