El Colegio de Enfermería reclama la enfermera escolar para toda la comunidad educativa

La enfermera escolar es una figura poco conocida en la provincia de Burgos y en toda la comunidad de Castilla y León. Según datos del Colegio de Enfermería de Burgos, en Castilla y León hay 23 enfermeras escolares y, la mayor parte, trabajan en colegios de educación especial. La Junta de Castilla y León, por su parte, no ha aportado a este medio datos de las enfermeras escolares que trabajan en la provincia.

A nivel nacional hay comunidades como la Comunidad de Madrid donde esta figura profesional está más instaurada, allí trabajan unas mil enfermeras escolares. Los datos que maneja el Colegio de Enfermería de Burgos es que en España hay unas 2.225 enfermeras escolares para 8.309.480 alumnos, lo que implica que hay una enfermera por cada 6.685 alumnos.

La recomendación del Colegio de Enfermería, que ha estudiado los servicios que puede prestar una enfermera escolar, es que se implante esta figura en todos los centros escolares. No se trata solo de una recomendación de este colegio profesional, se basa en estudios internacionales. No solo por los beneficios y la tranquilidad que aporta en esos colegios donde cursen sus estudios niños con necesidades especiales o con alguna enfermedad que precise atención.

Lo que se pone en evidencia es que la enfermera escolar puede aportar a toda la comunidad educativa. «Su trabajo, su área de influencia puede ir desde la promoción de la salud, la formación, la detección precoz de enfermedades donde son claves, el suministro de medicinas, en casos de acoso escolar, educación en salud o para solventar las incidencias que surgen en el día a día», enumera Raúl Soto, presidente del Colegio de Enfermería de Burgos.

Soto contabiliza tres enfermeras en el colegio de enseñanza con necesidades especiales Fray Pedro Ponce de León de Burgos y otras dos en Aranda de Duero y Miranda, una en cada ciudad. Reconoce que, por parte del colegio, la petición de la enfermera escolar no es algo nuevo. De hecho, se han mantenido conversaciones y se ha participado en grupos de trabajo con la Consejería de Sanidad y con la Gerencia de Salud.

La discordancia aparece en las funciones o en cómo se concibe el trabajo de la enfermera escolar por ambas partes. La Consejería apuesta por un modelo en el que se dedique, en exclusiva, a los niños con necesidades especiales. Por su parte, el Colegio de Enfermería entiende que, de esta forma, se está desaprovechando recursos y conocimientos.

En alguna de estas conversaciones, la Consejería de Sanidad también ha lanzado la idea de que estas funciones de la enfermera escolar podrían ser atendidas en los colegios por enfermeras que ya trabajen en Atención Primaria, según relata Soto. Algo que no se entiende desde el Colegio de Enfermería, «partiendo de que Atención Primaria ya está saturado, no entendemos que se quiera añadir más carga de trabajo cuando la figura de la enfermera escolar en un centro puede aportar a toda la comunidad educativa».

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