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Los grupos parlamentarios del PP y de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León han tumbado en la comisión de Educación, esta tarde, la proposición que aprobó el Ayuntamiento de Burgos en abril de este año. En esa proposición se instaba a la Junta ... a dotar al nuevo colegio público de Villímar de Infantil y Primaria de un servicio propio de cocina.
Se trata de una petición de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de alumnado de centros públicos de Burgos (FAMPA Burgos), que asumió el pleno del Ayuntamiento. Esta proposición se aprobó con los votos favorables de Ciudadanos, PSOE, Imagina y cuatro de los cinco concejales no adscritos. El grupo popular se abstuvo.
«PP y Cs se han retratado al hacer una cosa en la ciudad y la contraria en Valladolid», lamenta la procuradora socialista Virginia Jiménez, que ha defendido esta proposición no de ley. Tanto PP como Cs han defendido la línea de catering fría como la más adecuada y segura.
Esta defensa ha sorprendido a la procurado socialista y les ha recordado «el rechazo y las críticas de los profesionales de la sanidad a este servicio para las guardias médicas».
Para Jiménez la dotación de una cocina en las nuevas instalaciones es «una obligación que ha de asumir la Junta de Castilla y León para garantizar una alimentación sana y equilibrada de los alumnos y alumnas menores de edad. Se gastan 7 millones de euros en una infraestructura y no son capaces de dotarla de una cocina», les ha reprochado.
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