El Círculo aborda la rehabilitación de 'Zatorre' pendiente de la crisis de materiales

Así lo admite Rodrigo Saiz, secretario general del Círculo Católico de Obreros, al hablar de los proyectos diseñados para las manzanas de viviendas de 'Zatorre'. La intervención más ambiciosa afectará a la manzana ubicada entre las calles Andrés Martínez Zatorre, San José, Padre Salaverri y Molinillo, pues se demolerán todos los edificios, con estructura de madera, y se levantará una nueva construcción.

Se crearán alrededor de 125 nuevas viviendas, explica Saiz, que seguirán siendo viviendas sociales, como todas las impulsadas por la antigua constructora benéfica. El proyecto de derribo ya está en marcha, en trámites en el Ayuntamiento de Burgos, donde el pasado abril se aprobó de manera inicial el estudio de detalle, uno de los múltiples trámites que se deben cumplir antes incluso de echar abajo los edificios.

Mientras, el Círculo está buscando reacomodo a los vecinos de los inmuebles afectados. Rodrigo Saiz explica que, los más mayores, se quedan en viviendas de la zona, para no cambiarles de barrio. A los más jóvenes, se les ofrecen viviendas de la constructora en otras zonas. Todavía quedan vecinos en la manzana, así que se espera que en tres o cuatro meses se pueda quedar vacío.

Por ese motivo, el Círculo tampoco siente que vayan retrasados con el proyecto, pese a que son conscientes de que tendrán que recalcular plazos y costes, vistos los problemas que están surgiendo en el sector de la construcción por el incremento de los precios y los problemas de suministros. Aun así, hasta que no se vacíen los pisos no hay prisa para contar con los permisos para iniciar la demolición.

Al mismo tiempo, el Círculo Católico de Obreros está contactando con las administraciones para desarrollar un proyecto de rehabilitación en los edificios de la manzana anexa, entre Martínez Zatorre, San José, Padre Salaverri y Ramón y Cajal. En estos bloques se trabajará bajo la fórmula de las áreas de rehabilitación, apostando por el cambio de las fachadas, medidas de eficiencia energética y mejora de accesibilidad.

De nuevo, la obra social está pendiente tanto de la evolución de la situación económica como de las ayudas o subvenciones que puedan conseguir de las administraciones. Rodrigo Saiz admite que los plazos y presupuestos no van a ser los inicialmente previstos, pero eso no quiere decir que los proyectos se vayan a paralizar. La intención de la obra social es seguir adelante y adaptarse a las situaciones sobrevenidas.

Mientras, el Círculo sigue a la espera de que el Ayuntamiento de Burgos le dé respuesta a las peticiones realizadas par que solventen los problemas de ratas y cucarachas que sufren los vecinos de Federico Olmeda. Tanto la obra social como el Sindicado de Obreros Independiente han remitido sendos escritos al Consistorio pero «no hemos tenido respuesta», lamenta Saiz.

El secretario general insiste en que ambos problemas derivan del alcantarillado, aunque los vecinos los hayan vinculado a las obras de la sede del sindicato. De hecho, la empresa que contratan contra las cucarachas, en sus informes, así lo indican, y aunque se han realizado diferentes tratamientos, los bichos vuelven a aparecer. Por ese motivo, el Círculo le insistirá al Ayuntamiento para que solucione el problema.

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