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Los visitantes han vuelto a la Catedral de Burgos. Una vez levantadas las restricciones más severas, y con las oportunas medidas de seguridad, los turistas se han acercado a conocer su riqueza patrimonial y artística en el año en el que se cumple ... el octavo centenario de la colocación de la primera piedra. Y si bien no se alcanzan cifras prepandemia, se ha conseguido recuperar el ritmo.
De este modo, a lo largo de 2021 pasaron por la Seo algo más de 200.000 visitantes, según los datos que maneja el delegado diocesano de Patrimonio del Arzobispado de Burgos, Juan Álvarez Quevedo. Son un 47% menos que los registrados durante 2019, el último año 'normal', pero hay que tener en cuenta que la Catedral estuvo cerrada a las visitas en los primeros meses del año.
Como consecuencia de la declaración del estado de alarma, y las restricciones a la movilidad, el templo no abrió hasta el 15 de mayo, recuerda Álvarez Quevedo, y en un primer momento las visitas fueron «poca cosa»: unas 3.000 personas. Sin embargo, la llegada del verano animó el turismo y en agosto se consiguieron cifras similares a las de 2019, cuando se rondaron los 60.000 turistas.
Octubre también fue un buen mes, aunque en julio y septiembre se registraron menos visitas que en los años prepandémicos. Eso sí, Álvarez Quevedo destaca que se haya cerrado diciembre con 13.000 turistas, y recuerda que además de las restricciones propias de la pandemia, el propio templo ha tenido horarios limitados. Primero abrieron solo los fines de semana, luego incorporaron días de diario, y eso se nota en el turismo.
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Un turismo que es muy importante para la Catedral de Burgos pues financia, en parte, tareas de mantenimiento y la restauración del inmueble y sus bienes. «Si no hay turismo, las obras están limitadas», apunta el delegado diocesano de Patrimonio, que tiene una larga lista de temas pendientes, comenzando por la restauración de las vidrieras de la Capilla de los Condestables de Castilla.
Hay proyectos pendientes de mantenimiento de las cubiertas y sigue habiendo que trabajar en el problema de las humedades. Se resolvió el más grave, el trasaltar, pero en el sepulcro de la Capilla de Santa Ana se da la misma problemática. Por no hablar de todos los bienes muebles, comenzando por los tapices, que requieren de una restauración, un mantenimiento y una reubicación.
Por ese motivo, Juan Álvarez Quevedo confía en que la situación se vaya normalizando este 2021. «Que se supere la pandemia» y, así, se puedan recuperar los visitantes y, con ellos, que el Cabildo Metropolitano pueda levantar el ERTE que tiene sobre su plantilla. De hecho, al mantenerse el expediente, la Catedral va a empezar a cerrar los lunes a partir de la próxima semana.
El delegado diocesano reconoce que la exposición de Las Edades del Hombre también ha ayudado, pues alrededor de 24.000 visitantes han visitado ambas muestras. En 'Lux' se han contabilizado unos 200.000 y, por la experiencia de Álvarez Quevedo, ha habido trasvase de visitantes.«Se han ayudado mutuamente», pese a lo cual, 'Lux' cerró sus puertas el pasado 19 de diciembre en Burgos.
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