La 'casa de las palomas', más cerca de su solución tras 12 años de reivindicación vecinal

La Asociación de Vecinos del Casco Histórico de Burgos se ha unido a esta comunidad para tratar de llegar a una solución y, en la reunión que han mantenido durante la mañana de este lunes con Blanca Carpintero, concejala de Área de Gobierno Abierto, Josué Temiño, concejal Delegado de Juventud, Medio Ambiente, Sanidad y Aguas, Félix Ángel García, Mayor de la Policía Local de Burgos y un técnico de sanidad del Ayuntamiento de la ciudad, han dado un paso importante para conseguirlo.

«Este es el tema más importante tratado en la reunión», cuentan los representantes de la asociación. «Los vecinos llevan doce años sufriéndolo, ahora parece ser que ya se va a solucionar el problema y salimos contentos«, manifiestan.

«Ha venido también una vecina de Cabestreros que ha salido contenta. La única solución, ya que se le lleva solicitando al propietario muchos años y no hace caso, es saber si el propietario sigue siendo el mismo o ahora el piso es de un banco. Se está preparando un informe de la situación para actuar. Si el propietario del piso da una respuesta positiva, ya está; si no, iremos a un juez para que por temas de salud dé permiso para abrir la puerta, entrar, limpiar y quitar a las palomas de allí», explican satisfechos por tener la solución más cerca que nunca.

El botellón, el gran caballo de batalla de la asociación, también ha estado sobre la mesa de la reunión. Aunque está mucho más controlado gracias a las medidas restrictivas impuestas por la pandemia, los chavales, y no tan chavales, se las saben todas y se refugian en la parte alta del barrio, de imposible acceso para los coches policiales, para poder beber sin ser controlados. «Les hemos solicitado que pasen por esa zona, porque los chavales se están reuniendo allí. Ya pasaba antes, pero ahora beben antes y están mucho más vandalizados. También es cierto que estos son más jóvenes, son críos», explica Francisco Bárcena.

Con el problema que sufren con la pirotecnia, petardos y demás artefactos explosivos ocurre algo similar a lo que pasa con el botellón. El número de celebraciones se han visto reducidas y, con ellas, el uso de estos productos explosivos. «Hemos hecho un análisis de la situación, se va a intentar que para festividades se ponga en los letreros grandes se informe de las consecuencias de la pirotecnia, que está prohibida, pero no solo de los problemas para personas y animales, sino también en los chavales que los tiran. Queremos que se trabaje este asunto con una campaña de marketing», continúan desde la asociación, que añaden que están «contentos» porque creen que se está haciendo educación en los colegios por parte de la Policía al respecto.

Otro de los temas que preocupa al barrio son los aparcamientos. «Se está haciendo un informe para ver las posibilidades de hacer una zona azul en la zona», cuentan los representantes vecinales, que esperan que en cuanto esté acabado el Ayuntamiento se lo remita.