La calima obliga a suspender más de la mitad de las clases de vuelo en el aeropuerto de Burgos

Con la visibilidad reducida y la arenisca afectando a los motores de los aviones, «más de la mitad de las clases impartidas en el centro formativo han tenido que ser suspendidas», ha afirmado el CEO de la empresa gestora de la academia, Alex Álvarez.

Las prácticas más daminificadas, que se han tenido que suspender en su totalidad por este fenomeno meteorólogico «visto por primera vez» en Burgos, han sido los vuelos de instrucción visuales en los que los alumnos tienen que tomar referencias del exterior de la aeronave, misión imposible debido a la falta de visibilidad.

Por otro lado, las clases de formación instrumental sí se han desarrollar con normalidad debido a que se enfocan en el aprendizaje del cuadro de mandos y los instrumentos necesarios para el vuelo, no siendo necesaria una perfecta visibilidad del exterior.

Aunque por el momento la suspensión de clases «no está teniendo demasiado importante», el polvo en suspensión podría generar mayores problemas a medio y largo plazo si se mantiene en el aire burgalés un período prolongado de tiempo.

«La incidencia que tiene la calima en los aviones es que se filtra a los motores y hay que revisarlos con mayor frecuencia. De momento no es un gran inconveniente, pero podría empezar a tener un impacto económico considerable en el mantenimiento si se mantiene por una semana», ha explicado Álvarez.

Este condicionante climatológico llega a Burgos en mitad de un mes «extraño, poco ususal», según el CEO de la compañía que rige la academia de vuelo. «El invierno ha sido bastante bueno en el aspecto meteorológico, pero en marzo con la lluvía y ahora esto nos estamos encontrando con más inconvenientes de los normales en estas fechas», ha concluido.

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