Burgos vuelve a vivir un Curpillos sin celebración popular ni religiosa

Desde el punto de vista religioso, el Monasterio Real de las Huelgas «no estará abierto para nadie», explica su capellán, Juan José Pérez Solana. Durante El Curpillos, la madre abadesa es la anfitriona de la ciudad, recuerda, pero al no poder celebrarse la festividad como corresponde, para el monasterio no es un día de fiesta. Ni habrá procesión por las calles del barrio con el Pendón de las Navas de Tolosa.

Lo único especial será la presencia del arzobispo, Mario Iceta, en la misa diaria. «Será una misa solemne, presidida por el arzobispo pero solo para la comunidad religiosa», insiste Pérez Solana, así que no estará abierta tampoco a los burgaleses. Y tampoco habrá ningún tipo de celebración en el Parque de El Parral, pues hace semanas que peñas y Ayuntamiento acordaron suspenderlas.

Así, este será el segundo año sin Fiesta del Curpillos en Burgos. En 2020, los burgaleses estábamos saliendo del duro confinamiento, desescalando de la primera ola. Ahora, nos estamos despidiendo la cuarta ola, que se espera que sea la última gracias al avance de la vacunación. Las celebraciones festivas se posponen, también para los Sampedros, que solo contarán con conciertos y actividades culturales, con aforo limitado.