Burgos suma en cuatro años una treintena de salones de juego y casas de apuestas

Desde entonces, las casas de apuestas y salones de juego se han convertido en parte del hábitat social, sobre todo en la capital provincial, donde una veintena de establecimientos cuentan con la preceptiva licencia de la Junta. El crecimiento registrado en el sector en Burgos, que ha pasado de tener un par de salones de juego concretos a contar con dos decenas, ha sido exponencial.

Las últimas en llegar a Burgos han sido las denominadas casas de apuestas, que suman ya tres negocios, todos ellos en la capital, aunque uno aún no ha presentado la declaración de funcionamiento. Otros cuatro establecimientos cuentan con licencia de Bingo (dos en la capital y otros dos en la provincia), sus dos modalidades, esto es, con córner para apuestas o zona de apuestas.

Sin embargo, los más numerosos son los salones de juego. En total, son 21 en toda la provincia. La inmensa mayoría (15) están radicados a orillas del Arlanzón, si bien, en localidades como Aranda o Miranda ya se han asentado, provocando un intenso debate social.

Y es que, a medida que proliferan este tipo de establecimeintos, lo hace también la ludopatía, un trastorno que años atrás parecía relativamente controlado pero que ha resurgido con fuerza. Así lo certifican los colectivos dedicados al trabajo con los lodúpatas, como la Asociación Burgalesa para la Rehabilitación del Juego Patológico (ABAJ), cuyo psicólogo David Burgos, alerta del «peligro» del juego.

El propio Burgos ya puso sobre la mesa sus impresiones hace apenas unos días durante una jornada en la que se habló, y mucho, de la proliferación de casas de apuestas y salones de juego. Y es que, el sector del juego «está creciendo muchísimo», asegura al tiempo que pone en duda los datos oficiales de la Junta de Castilla y León. Y lo peor de todo, los responsables públicos están «minimizando» los problemas que generan las apuestas.

«Estamos desbordados. Cada vez nos llama más gente» para acudir a terapia relata. Ahora mismo, se está trabajando con unas 215 personas, de las que más de un centenar están en tratamiento directo por un cuadro de ludopatía. Y lo más preocupante, a juicio de Burgos, es que esas cifras son apenas «la punta del iceberg» y que «cada vez son más jóvenes». Tenemos a muchos chicos de entre 18 y 22 años con problemas de juego, asegura al tiempo que critica las «facilidades» y «falta de control» en cuanto a las apuestas por parte de los menores.

«La asocaición lleva 30 años trabajando» y jamás se había visto un crecimiento de casos como el que se está viviendo en la actualidad, con todo lo que ello conlleva. «El juego se lo lleva todo por delante, no solo el dinero. También acaba con familias, con la salud, con la autoestima, ...». Y todo, según Burgos, debido a las facilidades, los reclamos y las omnipresentes campañas publicitarias. «Están en todos lados», lamenta.