Burgos se marca el reto de albergar un centro internacional de las vidrieras junto a La Estación

En concreto, el lugar «ideal» sería junto a La Estación, en los antiguos almacenes de Correos, unos terrenos propiedad del Consorcio del Desvío Ferroviario, con el que tocaría negociar algún tipo de venta o cesión. El edificio de ladrillo existente tendría que rehabilitarse para convertirse en un inmueble de dos plantas, de 2.000 metros cuadrados, que incluiría zona de investigación científica, áreas de exposición y exhibición permantente y temproal, salas de actividades divulgativas, biblioteca especializada y zona de talleres.

«El proyecto científico es perfectamente viable», ha asegurado Mª Ángeles Villegas, del Instituto de Historia del CSIC, una de las tres instituciones que se encuentran tras la iniciativa, junto con los institutos de Cerámica y Vidrio y de Ciencias de Materiales de Aragón. Han sido ellos los que han colaborado con la profesora de la Universidad de Burgos Pilar Alonso Abad, impulsora de la investigación en la que se basa este ambicioso proyecto científico-divulgativo.

Todo comenzó hace diez años, con una investigación sobre el patrimonio en vidrio, el gran olvidado, que permitió estudiar todos los conjutos de vidrieras de la provincia. Se analizaron las vidrieras, los autores, los talleres y la intervención en el tiempo, desde una perspectiva científica e histórica, ha apuntado Pilar Alonso. Y eso permitió conocer la importancia de Burgos como centro creador y productor de vidrieras desde la Edad Media hasta el siglo XIX, en varias de épocas de esplendor, y la existencia de un vidrio rojo único, perfectamente documentado.

La investigación coordinada por Alonso permitió convertir a Burgos en un referente internacional en el estudio del patrimonio del vidrio, que ahora se intenta posicionar social, económica e institucionalmente. «Lo que se necesita es una apuesta de la ciudad», ha apuntado Villegas; que se asuma el reto y se encuentre patrocinadores para afrontar económicamente este proyecto que, de entrada, requeriría de 3 millones para comprar el terreno y otros 3 para construir el nuevo edificio.

La responsable del Instituto de Historia del CSIC ha remarcado el carácter de permanente de esta propuesta, frente a cualquier otra iniciativa de la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos. Un centro único en España, similar a los que existen en París o Colonia, y que interesaría a otras ciudades del país, ha reconocido Pilar Alonso. Así que urge el compromiso de la ciudad, con la ubicación y con la financiación, han remarcado desde la Fundación Burgos 2021.

El proyecto científico está; también los materiales que compondrían la exposición permanente, la colección de fragmentos de vidrieras de la Catedral, que se exhibirían en una cámara negra con posiblidad de verse con luz natural. Se contará con piezas originales, con herramientas, con dibujos, con fotografías... Pilar Alonso destaca estas singularidades de la plaza de Burgos, deseando contar cuanto antes con este centro para seguir investigando las vidrieras de la Catedral y poder, incluso, tenerlas rehabilitadas de cara a 2021.