Burgos se echa a la calle para condenar el asesinato machista de Andrea

«¡Basta de violencia contra las mujeres! ¡Vivas nos queremos, ni una menos!», han sido algunas de las proclamas que se han escuchado este jueves por la tarde en la plaza del Cid de Burgos, donde centenares de vecinos se han concentrado para condenar el asesinato machista de Andrea Bejarano.

Burgaleses de todas las edades se han unido para mostrar su apoyo a la familia de la mujer asesinada por su marido el pasado domingo, cuyo cadáver fue hallado la madrugada del miércoles en un camino del municipio de Salinillas de Bureba. También para manifestar su rechazo a la violencia de género y rendir homenaje a la fallecida.

Un minuto de silencio cargado de emoción en recuerdo de Andrea por parte de una ciudad que la acogió y donde ha sido muy querida durante estos años. Así lo han manifestado quienes la conocían, amigos, allegados y compañeros de trabajo, describiéndola siempre con una sonrisa en la cara y como un «ángel» que «se desvivía por su hijo».

Uno de los momentos más emocionantes y aplaudidos ha sido cuando una mujer conocida de la víctima ha tomado la palabra para elogiar a Andrea, «era una mujer muy luchadora», que lo dio todo por su hijo y que ha sido asesinada, continuaba, porque «se quería separar» de su marido. Ha querido recordar al niño el matrimonio, que se ha quedado «huérfano de madre».

Porque la otra víctima de este caso de violencia de género es el hijo que Andrea tenía con su marido y asesino confeso. Un niño de 7 años que se encuentra ahora con la familia paterna en Burgos (la materna está en Colombia) pero cuyo destino decidirá un juez.

De origen colombiano, Andrea estaba establecida «con la familia de su marido» porque «su familia no estaba en España». «Tenía proyectos», reconocían quienes la conocían y trataban a diario, concluyendo en que era imposible encontrar a alguien que dijera «nada malo de ella».

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