Burgos comienza a dibujar su nuevo gran polígono industrial

La cosa va para largo, pero ya se están dando pasos en firme para dotar a la ciudad de Burgos de una nueva bolsa de suelo industrial capaz de absorber la demanda que se prevé durante las próximas décadas habida cuenta de la cada vez más escasa oferta disponible en Villalonquéjar IV.

El Consejo de la Gerencia de Urbanismo ha aprobado hoy de manera inicial el expediente de modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para reclasificar los usos del suelo ubicado en el entorno del aeropuerto de la Villafría y transformarlo en suelo industrial y logístico.

Se trata, en líneas generales, del área definida hace más de dos décadas con el nombre de CAE, ubicada entre la AP-1, la circunvalación y la N-120. Una zona dividida en dos grandes sectores (S-40 y S-41) que suman un total de 3,1 millones de metros cuadrados.

Aunque todavía hay que pulir muchos -muchísimos- detalles, el documento, que este mismo viernes será aprobado por el Pleno municipal, dibuja ya las grandes características de la nueva zona industrial. Según ha explicado el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, quien ha recordado que el proyecto viene de mandatos anteriores, el nuevo sector industrial se articula en base a la cercanía al polígono de Burgos Este, totalmente consolidado, y al futuro Parque Tecnológico, con el que también tendrá conexiones directas.

La idea general con la que se ha planteado todo el entorno es la de contar con parcelas sensiblemente más grandes que en otras zonas industriales. De hecho, en los planteamientos iniciales se han dibujado varias parcelas de más de 100.000 metros cuadrados, con capacidad para albergar la instalación de grandes empresas. Por el contrario, el planteamiento inicial reduce el número de viales en comparación con otras zonas industriales de la ciudad.

Eso sí, el proyecto no ha hecho sino comenzar una larga y compleja tramitación que no se resolverá hasta dentro de varios años. Así, y aunque es imposible prever el cúmulo de imprevistos que pudieran aparecer, el propio Manso reconocía que el nuevo sector industrial no estará disponible «hasta dentro de 6 o 7 años seguro». Eso, en el mejor de los casos y no en su totalidad, ya que la intención es desarrollar primero el sector S-40, el más cercano a Gamonal y dotado con algo más de un millón de metros cuadrados.

En este sentido, Manso ha recordado que antes de que las máquinas puedan entrar a trabajar en el entorno hará falta dar muchos pasos. En primer lugar, el expediente de modificación deberá superar el trámite de información pública y tendrá que someterse al designio del resto de administraciones, incluido el Ministerio de Transportes, que ya ha mostrado su disconformidad con varios aspectos relacionados con los accesos.

A partir de ahí, el Ayuntamiento deberá tramitar el expediente ambiental para poder desbloquear y promover el proyecto de actuación. Luego vendrá el necesario proyecto de expropiaciones, que se antoja largo y «complicado», habida cuenta de las innumerables parcelas en las que están divididos los dos sectores. Y una vez culminadas las expropiaciones, se podrá lanzar el proyecto de urbanización y licitar las obras.

Total, que el nuevo polígono industrial no será una realidad hasta bien entrada la próxima década. Y todo ello contando con que alguno de esos trámites no se enquiste.

Aunque a estas alturas es casi imposible realizar un cálculo aproximado del coste que supondrá el desarrollo del proyecto, el propio Manso ha reconocido que no es descabellado plantear un presupuesto total de unos 100 millones de euros.

Sin embargo, ni los plazos ni la complejidad de la tramitación, ni el coste son ahora mismo impedimentos para no desarrollar una actuación que todos los grupos políticos municipales consideran «necesaria». No en vano, Burgos se está quedando sin suelo industrial y eso es lo peor que le podría pasar a la ciudad y su alfoz a medio plazo.

Así de hecho lo reconoce Daniel Garabito, concejal del PSOE y anterior responsable de Urbanismo, quien ha insistido en que se trata de un «proyecto de ciudad» impulsado, de hecho, durante su mandato. «Este es un tema capital» que ha de ser agilizado todo lo posible, ha señalado.

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