Burgos celebra la resurrección de Cristo con la castellanidad por bandera

Ambas tallas, desde la iglesia parroquial de la Sagrada Familia y la San Nicolás de Bari, han comenzado su recorrido a mediodía para poner un dichoso punto y final al regreso de la Semana de Pasión a las vidas de los burgaleses.

Cerca de las 13 horas, la imagen del Cristo aguardaba impaciente el reencuentro con su madre, la Virgen, que contemplaba como unas pequeñas del grupo de danzas burgalesas 'María Ángeles Saiz' le bailaban bajo el Arco de Santa María antes de entrar a la plaza.

Por detrás, la banda infantil de tambores de la Real Hermandad de la Sangre de Cristo y Nuestra Señora de los Dolores marcaba el paso a los miembros de las distintas cofradías que han acompañado a la Madre en su camino.

Juntos de nuevo, la plaza del Rey San Fernando ha acogido el acto del júbilo pascual con el Aleluya de Haendel como himno. Acto seguido, la castellanidad se ha hermanado con el fervor religioso tras dos años de espera para hacer las delicias de los presentes con las danzas tradicionales para festejar la resurrección de Jesús.

Con la bendición y el saludo a pie de plaza a distintos miembros de las cofradías burgalesas del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, la Semana Santa 2022 ha llegado a su fin.

La imagen de ambos pasos ha culminado las fechas litúrgicas con Madre e Hijo reunidos tras vencer a la muerte y desfilando triunfales por la calle Paloma hasta la Plaza Alonso Martínez, donde se han separado con la promesa de volver a reunirse el año próximo.