Burgos se adelantó al pacto PSOE-Cs sin necesidad de censura

Sin embargo, aunque los acontecimientos en la comunidad se precipitaron ayer com un terremoto, el acuerdo en el Ayuntamiento de Burgos el pasado 23 de octubre ya abría la puerta a un nuevo panorama político en la región, después de las elecciones de mayo con el primer acuerdo formal en una capital entre Ciudadanos y los socialistas.

Hasta ese momento, los populares se habían apoyado en Ciudadanos para gobernar en la región y en varias capitales de provincia, cediendo alcaldías como la de Palencia o diputaciones como la de Zamora a la formación naranja, para alcanzar la mayoría en el Gobierno autonómico. En ese pacto, que levantó tantas ampollas en muchas provincias, también se incluía el Ayuntamiento de Burgos para que Vicente Marañón fuera el alcalde de la capital, aunque finalmente fue Vox quien no apoyó ese acuerdo y coronó a De la Rosa como el actual regidor de la ciudad.

Tanto en el PSOE como en Cs fueron conscientes de que un acuerdo político en Burgos debía ser refrendado por la dirección regional y la nacional de la formación naranja. En Castilla y León confiaron en su grupo local y han defendido el acuerdo con los socialistas burgaleses. Ahora el escenario se abre y los 35 procuradores socialistas han firmado y registrado en las Cortes una moción de censura contra el gobierno del PP y Ciudadanos en la comunidad.

En este sentido, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, anima a la formación naranja de la región a «imitar» a sus compañeros burgaleses, con pleno convencimiento de que el modelo de trabajo que está llevando a cabo el bipartito en la capital burgalesa es un ejemplo de que Cs y PSOE pueden entenderse.

Pero el camino hacia el acuerdo no fue sencillo y las negociaciones se alargaron hasta conseguir alcanzar acuerdos, tal y como reconocían en su momento tanto Marañón como De la Rosa. Ellos fueron los encargados de estampar su firma en un acuerdo de gobierno que pretendía dar «estabilidad» al Ayuntamiento capitalino. Pero es que, los «acuerdos entre diferentes» nunca son sencillos, aunque sí «necesarios», en palabras del propio alcalde.

Por su parte, Ciudadanos rechazaba ayer apoyar la moción de censura en la comunidad, por considerarla «irresponsable, inoportuna y contraproducente para los intereses de los ciudadanos de la comunidad».

«Cs es un partido serio, responsable y que cumple lo que firma. De hecho, ninguno de los 12 procuradores del Grupo Parlamentario de Ciudadanos en las Cortes de Castilla y León, necesarios para que prospere la moción, va a apoyarla«, aseguraba la formación naranja en un comunicado.

Por tanto el escenario está abierto en estos momentos a cualquier sorpresa y tal vez el ejemplo burgalés sea el primero y el único que se vea en la región.

Sin embargo, la oposición reprocha al equipo de Gobierno no haber presentado un presupueto hasta principios de año. El pasado 26 de febrero se conocía la propuesta concreta que, sin contar con las cuentas de las sociedades y entes municipales autónomos, asciende hasta los 195 millones de euros y que, a juicio del alcalde, Daniel de la Rosa, busca asentar las bases de la «recuperación» económica tras el impacto de la crisis de la covid.

El objetivo del equipo de Gobierno era aprobar inicialmente el presupuesto en el plróximo pleno de este mes, un horizonte temporal más amplio de lo debido y que le ha valido al bipartito los ataques de la oposición, pero que es lo habitual en el Ayuntamiento de Burgos desde hace muchos años pese a los cambios de gobierno.