55 burgaleses se quedan sin plaza para ver las Cíes

«Creo que fue una mala gestión de grupos», continúa Jesús mientras trata de encontrarle una explicación a lo ocurrido. Todo comenzó el 17 de agosto, cuando 55 personas pusieron rumbo a Galicia para disfrutar de la Ribera Sacra, Santiago de Compostela, Islas Cíes y la vecina Oporto. Cuatro destinos para cinco días.

El problema llegó el día 19, fecha en la que estaba programada la visita al Parque Natural das Illas Atlánticas. La agencia de viajes, como hizo con el grupo que viajó en el mes de julio, contactó con la naviera con la suficiente antelación para entregar los nombres de las personas que iban a participar en esa excursión. Pero cuando la naviera tuvo que formalizar esas plazas con el organismo que gestiona la entrada a las islas no había plazas.

«La gente puede apuntarse a través de una web y cuando se llega a las 1.800 plazas corta. Pero no tienen en cuenta a los grupos que ya tienen contratada a la naviera y que van a ir seguro. Aproximadamente el 30% de las personas que se apuntan luego no van, porque como apuntarse es gratis...», explica Jesús.

El viaje, que estaba gestionado con meses de antelación tanto como para el grupo que lo hizo en julio como para el que lo hizo en agosto, tuvo desenlaces diferentes. «La naviera nos avisó de que había un problema, que el cupo estaba lleno y que no podíamos ir. La página les impedía poder apuntarnos porque estaba lleno el cupo de 1.800, aunque esa gente apuntada no haya pagado nada y con nosotros la naviera haya perdido 60 plazas que sí había vendido», continúa Jesús.

Pero la Xunta de Galicia es clara con este asunto, las Islas Cíes están protegidas y el cupo para poder acceder a ellas, limitado. Además, este año, como el pasado, la pandemia de covid hace que las medidas sean aún más estrictas si cabe, por lo que tanto Jesús como el resto del grupo de burgaleses no pudieron embarcar para llegar al parque natural.

A pesar de que la naviera tenía las plazas de barco preparadas para ellos y el grupo envió la lista con los nombres y DNI esta vez no llegaron a tiempo para la inscripción para reservar la visita, pues las Cíes son el mayor reclamo turístico de la zona y es complicado saber con cuánta antelación ha de hacerse la reserva.

Una vez superado el mal trago, el grupo cambió la ruta de viaje. Tras visitar Oporto en el día en el que estaba planeada la ruta por las Cíes, el grupo pasó el viernes en Baiona y Valença do Minho, porque, como cuenta Jesús, «no puedes hacerte el orejas». «La gente lo está pasando bien, pero venían a ver las Cíes...»

Este contratiempo llega además en un año duro después de un año durísimo. «El 70% de las agencias de Burgos estamos medio cerrados, sigue la gente en erte. Aquí, en Bilbao, en San Sebastián... En Santiago el otro día solo había tres autobuses de turistas y en Oporto el nuestro era el único autobús español. Si encima que estamos en una situación mala hacemos que el carro se quede frenado... Esto nos daña a nosotros, a los hoteles, a las navieras», se queja.

Además, Jesús Ruiz reivindica que su modelo de turismo respeta el parque natural: «Estamos en las Cíes de 10:30 a 13:00 horas. La mayoría ni va al baño en las islas, lo hace en el barco al ir y al volver, no contaminamos nada».

Este grupo de burgaleses vuelve este mismo sábado a casa después de haber conocido parte de Galicia y Portugal, pero con la espinita de no haber podido visitar el Parque Natural das Illas Atlánticas.