El viento ha sido el principal enemigo del incendio que se declaró ayer martes sobre las dos y media de la tarde en el barrio de Villatoro. Las intensas ráfagas de aire caliente complicaron las labores de extinción, en las que participaron efectivos de la Junta de Castilla y León y del Parque de Bomberos de Burgos, con un amplio dispositivo que permanece activo, si bien el fuego está controlado.
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Las llamas se iniciaron en las proximidades de la iglesia del barrio, por causas que se desconocen por el momento, si bien algunos vecinos apunta a las obras que Aguas de Burgos está realizando en la zona. El fuego se propagaron con gran rapidez, llegando incluso a saltar la BU-30, si bien las llamas al otro la carretera quedaron controladas en muy poco tiempo
Más complicadas fueron las labores de extinción del incendio principal, han explicado los Bomberos de Burgos, aunque sobre las cinco de la tarde quedaba controlado el perímetro. Eso sí, todavía quedaban focos activos, sobre todo dentro del pinar afectado por las llamas, por lo que el fuego no se dió por controlado oficialmente hasta pasadas las siete de la tarde.
Además, los bomberos conseguían salvar en el último momento un almacén agrícola, que quedaba rodeado por las llamas, y cuyo propietario participó también en las labores de extinción con un tractor, con el que ha ido realizando cortafuegos. Fue una pieza más de un amplio operativo que contó con dos helicópteros de la Junta (de Medina de Pomar y Pradoluengo), dos cuadrillas helitransportadas, un bulldozes, dos autobombas, dos cuadrillas de tierra, dos dotaciones de los Bomberos de Burgos y una de Policía Local.
Y es que fue necesario vigilar la BU-30, a la altura de los túnes de Fuente Buena, pues el humo dificultó la circulación en la zona. El fuego ha arrasado, según los primeros cáculos, 27,7 hectáreas de rastrojo y 3,2 hectáreas de pinos. La Junta mantiene activo el operativo hasta que se dé por extinguido.
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Este fuego de Villatoro llega horas después de que se extinguiese otro de similares características en los entornos del Nudo Landa, que tuvo lugar ayer lunes y calcinó 7,5 hectáreas de pino, encina y rastrojos. La Junta de Castilla y León mantiene activa durante toda la jornada la alerta por riesgo de incendios forestales en la región.
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