Dos personas leen la esquela de Carlos en la Bodeguilla Santa Clara. JCR
Obituario

La Bodeguilla Santa Clara se queda huérfana tras la muerte de Carlos Sierra, el «mejor hostelero de Burgos»

El hostelero, que hizo un clásico a los vinagrillos, ha sido un burgalés en el sentido amplio de la palabra, entregado a su profesión y sus clientes y amigos. Muchos dicen que ha sido, y es, el mejor hostelero de Burgos, y eso es por algo

Martes, 8 de agosto 2023, 11:30

El barrio de Santa Clara y sus vecinos; los de la calle San Lorenzo y aledaños y una buena parte de la ciudad está de luto. Este lunes fallecía Carlos Sierra, un hombre afable y bueno. Un amigo de tantos burgaleses y foráneos que se ... habían ganado el cariño y la cercanía de un hombre que, tras la barra del Orfeón o desde la bodeguilla Santa Clara, les sacaba la mejor sonrisa al tiempo que degustaban un vino, una cerveza y un vinagrillo.

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La noticia de su fallecimiento ha supuesto un golpe duro para muchos; una sorpresa para otros tantos. Y ha forzado una sonrisa triste entre quienes han compartido con Carlos un trocito de vida, aderezado por el vinagre del chascarrillo de barrio o del chiste y la broma de un lado y otro de la barra.

Se ha ido al mundo de los sueños demasiado pronto, decían esta mañana los vecinos de la zona de Santa Clara donde atendía a sus parroquianos en la bodeguilla. Contaba 63 veranos el bueno de Carlos que desde el cielo hoy mismo ya está sirviendo una copa de vino o una caña bien fría con ese pincho que popularizó a los amigos buenos de la condición humana.

A lo largo del día de ayer y durante esta mañana, mucha gente ha pasado por la calle Santa Clara . Se han parado delante del bar. «Cerrado por vacaciones», cruel ironía de la muerte y de la vida; y bajo el cartel, la esquela de Carlos: Juan Carlos Sierra Galarón, falleció ayer a los 63 años de edad… etc, etc, etc.

La muerte de este hostelero de toda la vida, más burgalés que la pata de Cid, deja huérfanos a sus parroquianos. Y deja una huella que no va a ser fácil de borrar. Y buen ejemplo es la cantidad de mensajes de cariño y recuerdo que llenan las redes sociales: «Me acabo de enterar que ha fallecido Carlos el del Orfeón ahora en la bodega de Santa Clara. (Para mi será siempre Carlos el del Orfeón). Un gran profesional y un buen amigo desde hace más de 40 años. Descansa en Paz», dice José Ignacio.

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Y Juanjo con pena relata: «Carlitos, desde siempre. Mis condolencias a familiares y a todos y tantos sus amigos. Desde hace más de 40 años. El mejor tabernero de #Burgos. DEP». Y así una cascada de reacciones…

Carlos y su primo Nacho regentaron antes de Santa Clara el bar del Orfeón Burgalés, en la calle San Lorenzo. Después de más de 50 años de negocio familiar, en el que mamaron la profesión, tuvieron que hacer las maletas (cosas de la política, dicen, porque el local era una concesión municipal) y se reinventaron en la zona sur.

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El padre de Nacho Galarón fue quien inició en negocio en los años 50 en San Lorenzo; desde 1976, ambos transformaron su parentesco de primos a hermanos. Y cambiaron el concepto del bar. El Orfeón era un lugar de culto donde los vinagrillo, las gildas (esas banderillas de anchoa, guindilla, aceituna y pepinillo) hacían las delicias de propios y extraños.

Toda la familia de Carlos, que era toda la ciudad a buen decir, llora su partida al otro lado. El adiós es hoy martes a las 13.15 en San José. Sus amigos le lloran con la esperanza del reencuentro tras la muerte y le dicen, como Miguel Hernández a su amigo Ramón Sitgé: «Quiero minar la tierra hasta encontrarte y besarte la noble calavera y desamordazarte y regresarte».

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La plantilla y dirección de BURGOSconecta se une al dolor de la familia y amigos. Descansa en paz, Carlos.

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