El bipartito retoca el borrador de la 'ordenanza de chamizos' en busca de un mayor consenso

Quizá, el cambio más significativo sea el planteado en el capítulo de sanciones. En el primer borrador se contemplaban multas de hasta 300.000 euros, una cantidad que se consideró totalmente fuera de lugar. De esta forma, en el último borrador se han establecido tres tipos de sanciones: leves, graves y muy graves. Las primeras contemplan multas de entre 100 y 300 euros y se plantean para aquellos incumplimientos no considerados explícitamente graves o muy graves en la norma. A partir de ahí, las sanciones graves contemplan multas de entre 300 y 1.000 euros y las muy graves de entre 1.000 y 3.000 euros.

También se han incluido algunas novedades en el ámbito del registro de los locales por parte de los propietarios. La idea pasa, según el concejal de Licencias, Miguel Balbás, por «simplificar» los trámites, que inicialmente se antojaban algo farragosos. Además, se plantea que los propietarios tengan la obligación de actualizar su licencia cada dos años y de mantener los locales en unas condiciones mínimas de habitabilidad.

En este sentido, Balbás insiste en que el principal objetivo de la ordenanza no es otro que «aportar seguridad» a una actividad que actualmente se realiza sin una regulación específica. «Es algo que debemos hacer», aunque algunos propietarios de locales deban «realizar inversiones», subraya.

Por su parte, también parece haberse definido ya el abanico horario. Así, la propuesta del bipartito es que aquellos locales situados junto a viviendas no puedan tener actividad entre las 22:00 horas y las 9:00 entre semana, un horario que se vería ampliado hasta las 3:00 de la madrugada los fines de semana, festivos y vísperas de festivos.

En el borrador también se incluye un apartado específico para los grupos de música y agrupaciones culturales, usuarios habituales de este tipo de locales. El abanico horario en este caso será mayor, aunque nunca se podrá hacer ruido antes de las 8 de la mañana. Además, desde el departamento de Licencias insisten en que se vigilará la «picaresca» y se comprobará en todo momento si la actividad que se desarrolla en dichos locales es cultural.

Ahora, con este borrador sobre la mesa, el Ejecutivo local confía en poder encontrar el consenso que hasta ahora no ha encontrado en la tramitación de una nueva ordenanza cuyo nacimiento se está retrasando significativamente respecto a las previsiones iniciales.

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