La bicicleta es un vehículo, así que está sujeta a las mismas reglas que cualquier otro vehículo que circula por la calzada. Y eso quiere decir que igual que no se puede conducir si se ha bebido, tampoco se debe coger una bicicleta si se ha tomado alcohol ... . Y aunque no se cometa un delito, sí que hay una sacción administrativa, que es importante en cuanto a la multa económica.
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Eso lo ha aprendido, si es que no lo sabía y por las malas, el ciclista al que la Policía Local de Burgos pilló ebrio el pasado fin de semana. En la madrugada del domingo 9 de octubre, en torno a las cuatro y media, una patrulla observó una conducción errática de un ciclista, explica en su cuenta de Twitter, motivo que les llevó a darle el alto y comprobar su estado.
El hombre, de 34 años, se tuvo que someter a la prueba de alcoholemia y dio positivo. En la primera prueba dio 0,83 mg/l (miligramos de alcohol por litro de aire). En la segunda, 0,80 mg/l. En ambos casos triplicaba la tasa de alcohol permitida, que está en 0,25 mg/l. De haber llevado un coche, habría cometido un delito. Al ser bicicleta, se queda en infracción, con multa de 500 a 1.000 euros.
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