Los bares burgaleses abren su interior a los clientes con aforo limitado, sin tapas para compartir y sin servilleteros

Los bares y restaurantes de Burgos han podido abrir hoy el interior de sus establecimientos a los clientes. Precisamente el estreno de la fase 2 en Burgos ha estado acompañado de un tiempo más desapacible para estar en una terraza. Aún así, los vecinos de la capital burgalesa han preferido el exterior al interior de los bares. También hay que señalar que las terrazas de la capital presentaban menos gente que en días pasados y que el aforo en el interior de los bares está limitado. El aforo lo determinan las comunidades autónomas pero debe oscilar entre el 40 y el 50 por ciento del local.

Están excluidos de este alivio las discotecas y los establecimientos de ocio nocturno y, además, los bares y restaurantes burgaleses deben cumplir varias medidas como que el consumo debe ser siempre en la mesa, no se puede acudir a pedir a la barra ni tampoco se permiten grupos de personas de pie.

La fase 2 tampoco permite a los bares burgaleses una costumbre muy arraigada, los platos para compartir. Se permite ofrecer productos de libre servicio pero siempre que estén emplatados de forma individual.

En lo que se refiere a la higiene continúan las medidas de la fase 1, hay que limpiar y desinfectar el equipamientos como sillas y mesas o cualquier superficie de contacto entre un cliente y otro y realizar la limpieza y desinfección del local al menos una vez al día. También se aconseja utilizar mantelería de un solo uso o cambiar la mantelería entre un cliente y otro y lavarla entre 60 y 90 grados.

La orden del Ministerio de Sanidad también obliga a los bares a poner a disposición de los clientes dispensadores de geles hidroalcohólicos o desinfectantes a la entrada del establecimiento y de los baños.

Igualmente, los bares han tenido que decir adiós a servilleteros, palilleros, vinagreras, aceiteras y otros utensilios similares y los han sustituido por monodosis desechables.