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Ángel Martín en la entrevista de balance del ecuador de mandato. Gabriel de la iglesia

«Vox no ha vetado a Marañón, lo que vetamos fue regalarle una alcaldía por su cara bonita»

Ángel Martín, portavoz de vox en el Ayuntamiento de Burgos ·

Vox se reivindica como la oposición útil, que influye en un equipo de Gobierno sin proyecto | Acusa a Vicente Marañón de mentir e insiste en que a Cs y PP les «asusta» la formación verde

Sábado, 31 de julio 2021, 09:15

Ángel Martín y su compañero Fernando Martínez-Acítores llegaron de novatos al Ayuntamiento de Burgos hace un par de año. Un mundo nuevo, el de la política, que no les ha defraudado pese a que algunos de sus compañeros hablan en «politiqués», alejados de lo ... que importa realmente a la ciudad. Martín defiende la oposición de Vox como la oposición útil, no revanchista, y que prima el interés de Burgos al político partidista.

Por es motivo, en Vox siempre han estado dispuestos a una moción de censura, pero con programa acordado. Martín acusa a Vicente Marañón de mentir, insiste en que Cs se siente más a gusto con el PSOE que con ellos, y explica qué ocurrió aquel 15 de junio de 2019 en el que Daniel de la Rosa se convirtió en alcalde Burgos.

-Se cumplen dos años desde la toma de posesión y la investidura de Daniel de la Rosa, ¿cómo valora Vox este tiempo?

Creemos que son dos años perdidos para la ciudad. No hay proyectos nuevos, pero es que ni siquiera hay un proyecto del equipo de Gobierno para Burgos. Van al día a día. Vemos que están continuamente pasando los trenes del futuro y Burgos siempre se queda fuera. No se está trabajando para la reapertura del tren directo, ni presionando lo suficiente para conseguir el parque tecnológico, ni que para que sea incluido en los planes de futuro de las redes transeuropeas... Y tampoco estamos trabajando desde el Ayuntamiento en los planes urbanísticos que podrían situar a Burgos como referente. El gran proyecto del equipo de Gobierno es ampliar las aceras de la calle Vitoria en Gamonal. Y hay un par de ocurrencias de Marañón, que pretende hacer creer a la población que Burgos se va a convertir en un destino turístico referente para Corea del Sur y decir a las empresas qué deben producir, algo que no me atrevería jamás en la vida.

-Tanto usted como su compañero Fernando Martínez-Acítores son nuevos en esto de la política, ¿les ha defraudado? 

Somos nuevos los dos y espero que sigamos siéndolo siempre, porque cuando te acomodas... Veo compañeros de la corporación, y sobre todo políticos nacionales, que te hablan en politiqués, que utilizan un lenguaje que solo es para políticos o periodistas, pero que realmente no hablan claro para la ciudadanía. Prefiero que sigamos siendo siempre nuevos y viendo la política como una actividad de servicio a la sociedad más que como una profesión o ocupación permanente. Y no nos ha defraudado en absoluto. Evidentemente, hay cosas que no nos gustan, por eso estamos aquí, porque queremos cambiarlas. Y porque creemos que a través de la política se puede cambiar la calidad de vida de las personas y el funcionamiento de la ciudad.

«El PP pretende que Vox que sea un apéndice suyo, y no puede ser ni podrá serlo nunca porque las políticas y las ideas que defendemos son diferentes«

-¿Cómo son las relaciones de Vox con el equipo de Gobierno?

En lo personal, intentamos tener un trato correcto con todos. Varios de los concejales del equipo de Gobierno son personas de un trato amable, fácil, con quien se puede conversar. Alguno que otro tiene un trato más difícil, porque está más ideologizado. Con el alcalde tenemos un trato afable, cordial. En alguna ocasión hemos llegado a tomar un café, como es lógico porque hay que conversar de muchas cosas. Y luego está el trato a nivel político, que es diferente. Siempre correcto, pero somos firmes en la oposición. Sin perder los papeles. No es conveniente entrar en el barro, caer en discusiones de barra de bar, que sobran en política. Estamos haciendo una oposición eficiente, eficaz y que ya está dando resultados, porque hemos conseguido influir en algunas decisiones del equipo de Gobierno. Desde la oposición más opuesta también se puede influir.

-En el último pleno se vio pero es una constante que la oposición, en especial el PP, critique su forma de hacer política y les acuse de seguidismo al PSOE

La crítica del PP es lógica, intentan convencer a los votantes de Vox de que la auténtica oposición son ellos. No tienen un mensaje y se tienen que apropiar del nuestro. El PP pretende que Vox que sea un apéndice suyo, y no puede ser ni podrá serlo nunca porque las políticas y las ideas que defendemos son diferentes. Nosotros no negociamos con el equipo de Gobierno nuestro voto, sino que decidimos de forma individual lo que pensamos que es bueno para la ciudad. Lo que nos guía es lo que es bueno para Burgos, nunca nos guía ese revanchismo porque no hemos sufrido la oposición del PSOE que cuentan los populares. Nosotros venimos a la política a ser útiles. La oposición más firme que hay en el Ayuntamiento es la de Vox, porque nos oponemos a lo que es pernicioso para la ciudad, pero cuando son medidas que pueden favorecer nos abstenemos o las apoyamos. Y ellos no saben o no quieren hacer esa diferencia. Y también el PSOE nos acusa permanentemente de hacer seguidismo del PP y es contradictorio. Lo que ocurre es que tenemos nuestros propios criterios y no nos dejamos arrastrar ni por unos ni por otros.

-¿Se ha notado la entrada de Cs en el equipo de Gobierno?

Sí, sobre todo en las políticas que está adoptando. En el rumbo que está tomando Promueve Burgos, por decir algo, porque en realidad ha perdido el rumbo. Y en el despilfarro del equipo de Gobierno, El gasto está aumentando para satisfacer las peticiones de Vicente Marañón y Daniel de la Rosa está permitiéndolo para mantener su sillón con seguridad. Se ha notado también que en algunas áreas de gobierno han tomado una decisión equivocada y están siendo llevadas con una ineficacia importante por concejales de Cs. También ha cambiado las relaciones con ellos. El discurso de Cs desde que está en el equipo de Gobierno se ha hecho más duro para con nosotros, pero también es un intento de justificar su existencia porque saben que, en realidad, son un muerto viviente y lo que ocurre con los muertos vivientes es que ellos están muertos pero no lo saben.

Ángel Martín es la voz del grupo municipal. Gabriel de la Iglesia

-¿Qué futuro le augura al bipartito? 

Estoy totalmente seguro de que no se podrá repetir en la próxima legislatura, porque los burgaleses están viendo que es un bipartito de la nada. Y además tengo dudas de que terminen esta. Venimos analizando a Cs y conocemos al partido, sabemos cuál es su modo de actuar. Antes de llegar a las siguientes elecciones, siempre han roto los acuerdos porque piensan que tienen que llegar sin ataduras, marcando distancias, y lo han hecho en todas partes.

-¿Por qué a PP y Ciudadanos les cuesta tanto hacerse una foto con Vox cuando se sirven de sus votos para formar gobiernos o llegan a acuerdos?

Les cuesta por sus complejos y porque realmente no son partidos que entiendan cuál es el movimiento que hay detrás de Vox y creen que somos únicamente un partido de ultraderecha, como ellos nos llaman. Pero no solo les cuesta hacerse la foto. Ciudadanos ha confirmado que tienen vetada la posibilidad de llegar a acuerdos con Vox. Nunca han querido llegar a acuerdos con Vox porque Cs es un partido socialdemócrata. Sus dirigentes vienen de la socialdemocracia de la izquierda, los que en su día eran socialistas y saltaron a UpyD y de ahí a Cs. Y del ala más socialdemocráta del PP, que también la tienen, porque el PP es un partido socialdemócrata, no en sus palabras pero sí en sus hechos. Y no entienden el movimiento de Vox, que sale de la población, no creado desde arriba. De la gente que está indignada por lo que está ocurriendo en la calle, de los que tienen que sufrir la delincuencia, la inmigración en sus barrios o el paro. Lo ven como algo que no acaban de comprender y les asusta.

-Habla ese veto que tiene puesto Cs a Vox. ¿Detrás del mismo está el fracaso del acuerdo de investidura de hace dos años? Porque Vicente Marañón asegura que todavía no sabe qué pasó aquel 15 de junio

No sabe lo que ha pasado porque no sabe lo que pasa de nada. El problema que tiene Vicente Marañón es que habla desde el rencor y está muy acostumbrado a mentir con mucho descaro. Yo leí esa entrevista y el cien por cien de lo que ahí contaba era una mentira, y él sabe que es falso. Él lo único que tenía claro era que le habían comprado un cortijo en un acuerdo con el PP. Nosotros no podemos consentir que Burgos sea un cortijo, que se pueda comprar. No hemos llegado a la política para ser la comparsa de nadie, por eso exigíamos entrar en la Junta de Gobierno para poder participar en las decisiones que se toman. Y por eso digo que miente, porque dice que nos ofrecieron estar en la Junta de Gobierno y no es solo que no nos lo ofrecieran, es que no podían. Nos reconocieron que su partido lo tenía vetado. Lo que ocurrió allí es que Marañón quería que Vox fuera una simple comparsa y él lo creía tener tan seguro que ni siquiera se molestó en hablar con nosotros, en negociar y llegar a acuerdos. Él solo quería ser el alcalde de Burgos. Con el PP de Burgos no negociaron, no había acuerdos programáticos. Nosotros no estábamos dispuestos a pasar por ahí.

«Cs son un muerto viviente y lo que ocurre con los muertos vivientes es que ellos están muertos pero no lo saben»

-El posicionamiento de Cs no cambió durante los siguientes meses, porque se habló de la opción de moción de censura y finalmente no se ha presentado

Lo dijimos en la propia sesión de investidura, que habría que intentar negociar y constituir un gobierno alternativo. En los meses posteriores hubo conversaciones, pero el enroque era siempre el mismo. Marañón tenía que ser alcalde, es lo único de lo que él hablaba. Nunca se habló de políticas, de programa, y el PP decía que había que negociar otro acuerdo porque la investidura había pasado. Yo estoy absolutamente convencido de que Marañón estaba utilizando a PP y Vox como contrapunto para poder negociar con el PSOE, que siempre fue su verdadera intención. Lo dije en campaña electoral, si los números dan, Cs pactará con el PSOE. Y el tiempo nos ha dado la razón, porque nunca han querido pactar con nosotros pues son un partido socialdemócrata. Se sienten muy a gusto con el PSOE.

-Tanto Marañón como Blasco han reconocido que los contactos también se mantuvieron el pasado verano. Por lo que me explica, podemos deducir que no había intención real de Marañón de hacer una moción de censura sino de forzar un acuerdo con el PSOE

Estoy totalmente convencido. Tanto es así que en realidad nunca llegamos a hablar de qué íbamos a hacer. Tuvimos breves reuniones, con Javier Lacalle y después con Carolina Blasco, en las que no se hablaba de programa, sino de quién tenía que ser el alcalde. Nosotros no hemos vetado nunca que sea Marañón, nosotros lo que vetamos fue regalar a Marañón una alcaldía por su cara bonita. Aquí hay que ganárselo, negociar y llegar a acuerdos. Creo que en momentos en los que se atascaba la negociación con Daniel de la Rosa, convocaba una reunión con PP y Vox para presionar.

-Decía antes que el bipartito no completará el mandato, pero ¿hay opción de una moción de censura?

Acabo de escuchar a Edmundo Bal, vicesecretario general de Cs, decir que con Vox no pactarán nunca porque no lo harán con partidos populistas, como nos llaman. Si no quieren llegar a un acuerdo con nosotros porque mantienen el veto que ya tenían en 2019 va a ser difícil que llegamos a una moción de censura. Qué más querríamos nosotros que llegar a una moción de censura pero constructiva, con un proyecto de trabajo, no de ocurrencias. Y eso sí que nos interesaría pero lo veo difícil.

«Marañón lo único que tenía claro era que le habían comprado un cortijo en un acuerdo con el PP»

-Volviendo a lo ocurrido hace dos años, ¿qué pasó en el seno de Vox aquellos y como consiguieron ustedes que el partido no les mandara para casa?

Hay una idea muy equivocada de lo que ocurrió aquel día. Después de las elecciones hubo 20 días para negociar y, sin embargo, Cs no se reunió con nosotros hasta la víspera de la investidura por la tarde. Y cuando lo hicieron fue para decirnos que teníamos que votarles y punto. Después de ese contacto, que duró a penas dos horas, se reunió toda la ejecutiva provincial de Vox para debatir. Yo estuve en contacto con la dirección nacional, también toda la mañana del sábado. Plantee nuestra postura y se la explicamos. Recibimos el apoyo y es algo que, por más que he dicho, nadie nos acaba de escuchar. Todo estaba hablado. Es cierto que hubieran preferido que hubiéramos apoyado el gobierno tripartito, en el que nosotros éramos un convidado de piedra. Pero nos dijeron que teníamos la última palabra. Si nos hubieran impuesto un sentido del vto, lo habríamos acatado y cada cual habría actuado según sus propios principios.

-¿Y ahora como son las relaciones con el partido, siguen siendo buenas?

Sí, no puede ser de otro de modo. Seguimos trabajando dentro de la disciplina del partido, recibimos instrucciones e intentamos presentar las propuestas que nos llegan de la cúpula, pero nunca son una imposición. De hecho, en muchas ocasiones no se pueden presentar porque tenemos alguna propuesta que consideramos más importante para Burgos. Pero sí que procuramos seguir siempre la línea política del partido y estar en continua comunicación con los órganos de Vox.

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