Burgos, en riesgo de quedarse sin suelo industrial

Esto supone que el polígono solo tiene disponible el 36 % de su suelo industrial, unos 420.000 metros cuadrados, y dado el ritmo de ventas, se hace necesario «ir pensando» en alternativas para que Burgos no pierda oportunidades de negocio por falta de parcelas. O, al menos, así lo entiende Vicente Marañón, vistas las cuentas del polígono.

Esta semana ha habido reunión del consorcio para la gestión de la cuarta fase, en la que se ha podido comprobar que «Villalonquéjar va como un tiro», ha apuntado el vicealcalde y responsable de Promueve Burgos. «Nos queda poco más que una tercera parte de suelo industrial; la situación es voyante», asevera.

Tras el parón sufrido por la pandemia de la covid-19, que dejó en la cuerda floja al consorcio, las ventas se han retomado con fuerza. «Se han recuperado con mucho vigor», lo que lleva a Marañón ha aseverar que «Burgos se está quedando sin suelo industrial» pues, si bien todavía hay parcelas en Villalonquéjar, la oferta no es ni amplia ni variada.

«Ya no hay parcelas grandes», apunta; a algunas las penaliza su ubicación; otras requieren de movimientos de tierra para adecentarlas; o están lejos del ferrocarril... En definitiva, que si la ciudad no dispone de otras alternativas que no sea Villalonquéjar, puede perder alguna oportunidad ante empresas que no encuentren acomodo en el polígono.

Así que, ante un ritmo de ventas «fuerte», Marañón considera que la provisión de suelo industrial debe ser una prioridad del próximo equipo de Gobierno. Villafría es una de las localizaciones idóneas, a su juicio, para ampliar la oferta burgalesa, combinada con el Parque Tecnológico y sin olvidar Monte de la Abadesa, que debe impulsarse.

«Tiene que haber disponibilidad de suelo industrial en la ciudad ante de que se colmate Villalonquéjar», insiste, mientras lamenta que el proyecto de la creación de una plataforma logística no haya podido concretarse en este mandato. Quedará en manos del próximo Gobierno, y debería ser otra prioridad municipal.

Por lo que se refiere a las cuentas del Consorcio de Villalonquéjar, el equipo que entre el 17 de junio encontrará una situación saneada. Se pueden cumplir con los planes de pago y, este año, se tienen que amortizar 5,7 millones de euros. La previsión es bajar la deuda a 75 millones. E igual es la situación en el consorcio del Desvío.

El concejal de Hacienda, David Jurado, indica que la situación está controlada tras el bache vivido con la pandemia. Ahora, con las dos ventas que están previstas para este año, que tienen que escriturarse antes de noviembre (y las promociones de vivienda ya están a la venta), se cubren las amortizaciones de 2024 y 2025, se dota de fondos al consorcio y se puede incluso devolver el anticipo del Ayuntamiento.

En este caso, se van a amortizar este año 3,4 millones y la deuda bajará a 123 millones. Así, a finales de 2023, se prevé que la deuda de los consorcio esté por debajo de los 200 millones, lo que supondrá que el nivel de endeudamiento del Ayuntamiento estará por debajo del 110 %, el tope que marcan las reglas fiscales, libre de condicionantes.