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Charo Pérez Pardo no es nueva en el Ayuntamiento. Años atrás ya se sentó en el Salón de Plenos municipal (y en el provincial) con las siglas de UPyD. La negativa de Vox a apoyar la candidatura de vicente Marañón en junio de 2019 le ... privó, como a sus compañeros de Cs, de entrar en el Gobierno municipal. Pero año y medio después, esa puerta se ha abierto fruto del acuerdo entre Cs y el PSOE. Y a ella le ha tocado presidir el IMCyT. Apenas lleva un par de semanas al frente organismo municipal y ya sabe de primera mano las dificultades que éste, derivadas de la falta de personal. Con ella hablamos de política, cultura y turismo.
El pacto con el PSOE ya es una realidad.
Nosotros siempre hemos pensado que al Ayuntamiento se tiene que venir a dar soluciones y ser útil, no a bloquear. La historia de junio de 2019 ya la sabe todo el mundo. En un principio, por un acuerdo entre Cs, PP y Vox, Vicente Marañón iba a ser el alcalde, pero no pudo ser. No habíamos podido acceder a la Alcaldía porque alguien rompió el pacto, pero no podíamos quedarnos en la pataleta y empezar a boquear todo. Teníamos que ser útiles. Hemos estado año y medio intentando aprobar todo aquello que nos parecía bueno para Burgos. Las cosas que no nos parecían buenas, no han salido adelante. Esa ha sido nuestra labor de oposición. A partir de ahí, hemos entrado en el gobierno en coalición con el PSOE porque creemos que el Ayuntamiento tiene que tener un presupuesto y que nosotros podemos aportar nuestras ideas a la ciudad, que para eso hemos venido. La mejor manera de ser útiles a los ciudadanos es ayudando al equipo que se ha quedado por las circunstancias que sean e intentar que en esa manera de gobernar se note el sello de Ciudadanos. Creo que, en ese equilibrio, los burgaleses van a ganar. No vamos a bloquear, pero tampoco vamos a dejar que el PSOE gobierne como si tuviera una mayoría absoluta que no tiene.
Pero, las negociaciones en sí han sido largas, aunque es cierto que ha pillado un verano y una pandemia de por medio.
Sí, las negociaciones duraron mucho, pero porque fueron muy responsables por ambas partes. Se empezó a negociar a través de unos ejes generales. Eso es lo que se va a reflejar en el presupuesto de 2021. Cuando ya estaban definidos esos ejes, el PSOE nos pidió que asumiéramos algunas concejalías, y ahora veo por qué. No te imaginas el tiempo que se lleva el trabajo municipal. No me extraña que un concejal que se encarga de más de un área se vuelva loco. En esas negociaciones se buscaron perfiles para organizar las distintas áreas y el PSOE, en este caso, se ha portado muy bien, porque ha cedido áreas que a ellos les gustaban.
Al margen de la presencia en la Junta de Gobierno, a usted le ha tocado asumir la Presidencia del IMCyT. Pudiera parecer algo cómodo, pero el organismo lleva años siendo fuente de polémica constante.
Sí, pero porque va muy lento y tenemos poco personal. Ese es el principal problema ahora mismo. Lo que pasa es que no es fácil ni rápido solucionarlo. Crear una plaza para un técnico más, o para un ingeniero técnico o un técnico jurídico va a costar dos años. Ni siquiera tenemos gerente, aunque eso va a costar menos.
¿Confía en contar con esas plazas?
Estoy en contacto permanente con Nuria (Barrio) y Blanca (Carpintero). Tengo la suerte de que como Nuria ha estado 17 meses al frente del IMC, conoce las necesidades. Las dos están siendo muy sensibles y sé que van a hacer todo lo que esté en su mano. Esto no es como en la empresa privada, en la que se puede contratar gente de la noche a la mañana, pero espero que en un plazo razonable podamos corregir la situación. El IMC funciona muy bien, porque los trabajadores que tenemos lo hacen muy bien y tienen mucha experiencia. El problema es que no dan abasto. La administración es así. Es burocrática, pero garantista.
Entiendo que el puesto más urgente es el del gerente.
Sí, sin duda. Tiene que ser un perfil de gestor cultural que dinamice y dirija todo el IMC. Es fundamental. Ahora mismo estamos con un técnico jurídico que no se puede dedicar a todo. El gerente tiene que llevar el tema de personal, las vacaciones o los permisos, por ejemplo. Tiene muchísimo trabajo. Si al técnico que da salida a los pliegos le tenemos entretenido en labores que no son suyas, todavía es más lento. Confío en que en unos meses contemos ya con un gerente.
¿Tan grave es la situación?
Hay que matizar. Los expedientes tardan en salir, pero en la práctica, el público sigue teniendo oferta cultural. Ellos no notan que haya retraso en los expedientes, ya que la cultura se programa y las ayudas siguen adelante.
Más personal, más dinero. ¿Hay suficiente presupuesto?
Sí. El problema no es el dinero. El problema es que se tarda mucho en crear la plaza. Se trataría de amortizar plazas en las que no hay nadie y crear otras nuevas. Ya está previsto para el presupuesto de 2021.
Pero, ¿está suficientemente dotado presupuestariamente el IMC?
No me puedo a aventurar a responder, porque acabo de llegar. Creo que el año pasado fueron 11 millones, pero se redujo por la pandemia porque había cosas que no se iban a ejecutar y se derivó a otras partidas vinculadas a las ayudas por la covid. Si creemos que en 2021 tampoco se podrá ejecutar todo el presupuesto, habrá que poner ayudas para los artistas locales.
Obviamente, la pandemia lo está condicionando todo. ¿Está suponiendo un gran quebradero de cabeza para la gestión de los proyectos?
Los empleados están trabajando mucho, y en algunas ocasiones para nada. Quizá, el mejor ejemplo es el de las fiestas. El técnico de Festejos preparó toda la programación para San Pedro y San Pablo, y luego se tuvieron que suspender. De hecho, tuvimos suerte de que no se habían firmado los contratos y no se perdió dinero.
¿Qué pasa con la programación de Navidad?
Está programada la programación de noviembre y diciembre. El dilema es que, si no preparamos nada, y llega Navidad y no hay restricciones, mal. Y si preparamos algo, como estamos haciendo, aunque estemos medio encerrados, todo son críticas, algunas sin criterio. Por ejemplo, el tema de las luces se aprobó por unanimidad de todos los grupos, que no es lo normal. Todos hemos estado de acuerdo en que Navidad debe haber adornos, aunque no lleguemos al nivel de Vigo, con un presupuesto moderado y razonable.
¿Descartamos eventos multitudinarios?
Sí. Por supuesto que no habrá Cabalgata. Se está pensando en recibir en distintos sitios a los Reyes Magos con aforos reducidos. Va a ser de otra manera, pero no podemos dejar a los niños sin ver a los Reyes Magos y sentir un poco la Navidad.
¿Y a partir de ahí?
Están trabajando también para ver cómo se puede celebrar San Lesmes, con las medidas sanitarias necesarias. Y lo demás, con mucho tiempo. A ver cómo podemos celebrar las fiestas de San Pedro y San Pablo el año que viene, si es que podemos. Vamos a ver cómo evoluciona la pandemia. Todo lo que podamos hacer para invertir en cultura, lo haremos. Y si no, tendrán que ser ayudas.
Cs ha puesto sobre la mesa la importancia de varios proyectos, incluida la puesta en valor del Castillo. ¿Qué se quiere hacer en la antigua fortaleza?
Estoy muy ilusionada con este proyecto, que este año ya tiene 100.000 euros de presupuesto para ser redactado y habrá un millón de euros para desarrollarlo. Esperamos llegar a licitarlo este año. Nuestra idea es explotar el Castillo turísticamente para los que vengan de fuera y para que los propios burgaleses lo disfruten. Queremos poner exposiciones, teatro, … En todo caso, lo que se haga girará en torno al proyecto cultural que salga del concurso de ideas. No vamos a hacer como se hizo en La Estación, por ejemplo, que se rehabilitó sin saber para qué se iba a utilizar. Quizá un millón de euros sea poco, pero desde 2003 no se había hecho nada en el Castillo y esta es una manera de empezar.
¿Qué hueco tiene en ese proyecto la arqueología?
De momento, ninguno. Con el presupuesto que tenemos es imposible. Para abordar eso tendríamos que tener ayudas de otras administraciones. Aunque quiero resaltar que ya hay muchos restos desenterrados. El problema es que muchas cosas están en mal estado. Lo primero es poner en valor lo que ya tenemos, darlo una vuelta y hacerlo más atractivo, poniendo, por ejemplo, un centro de recepción de visitantes con aseos, que no hay. En todo caso, el objetivo es que todos los años haya una partida específica para seguir haciendo cosas. El problema es que, los sucesivos equipos de Gobierno que ha habido en este Ayuntamiento han hecho cosas muy bonitas, pero luego se han olvidado del mantenimiento.
¿Qué otros grandes proyectos se manejan ahora mismo?
De momento, con la pandemia, poco podemos hacer. Además, estaría muy mal visto que nos gastáramos un montón de dinero para un evento multitudinario. Eso no lo vamos a hacer de ninguna de las maneras, mientras la gente esté sufriendo como está sufriendo ahora no podemos pensar en eso. Tenemos que pensar en ayudar a los artistas de Burgos. Me gustaría haber llegado en otras circunstancias, y cuando todo esto pase, me gustaría organizar eventos importantes, pero ya se verá. En todo caso, estamos en contacto directo con la Junta de Castilla y León y hay muchas cosas en las que podemos crear sinergias.
¿Burgos cuenta con las suficientes infraestructuras culturales?
Todo es mejorable, pero yo soy partidaria de mantener lo que ya tenemos. Sí que es cierto que el Francisco Salinas o la Casa de Cultura de Gamonal necesitarían un lavado de cara, pero no es el momento. Ahora mismo, lo más importante es que las instalaciones sean seguras y que estén en funcionamiento. Luego, el Hangar, el Fórum o La Estación están muy bien, aunque este último se construyó sin un objetivo.
Burgos tiene el Tribu, que va creciendo año a año, pero ¿necesita la ciudad un gran festival como tienen por ejemplo Aranda y Miranda?
Yo creo que sí. Es cierto que tenemos el Tribu, que tiene una gran calidad y tiene un gran seguimiento por parte de los burgaleses, pero quizá sí falte un festival grande. Perdimos el Electrosonic y aquella fue una ocasión perdida.
La gran apuesta cultural ahora mismo es el VIII Centenario de la Catedral.
Sí. La fundación lo está haciendo muy bien, desarrollando eventos culturales importantísimos, a pesar de las circunstancias. El Ayuntamiento colabora económicamente y la disposición del IMC es de total colaboración. De hecho, si la cosa cambiara y pudiéramos llevarlo adelante, nos gustaría organizar el año que viene algún evento diferente a lo que se ha hecho siempre. Si se puede, queremos que 2021 sea un año singular. Es una inversión para atraer turistas y eso repercute la economía; ayuda a reactivarla.
A menudo, el ámbito turístico queda eclipsado dentro de la gestión cultural, pero también es competencia del IMCyT.
Sí, pero muchas de las competencias de Turismo han pasado a Promueve. Aquí queda, fundamentalmente, la gestión del Citur y del tren turístico.
Esos dos aspectos también han generado polémica en los últimos años.
Soy consciente. De hecho, precisamente ahora, el tren turístico no está funcionando, pero aún no he podido reunirme con los técnicos de turismo para conocer en profundidad esa parte.
En todo caso, en el ámbito cultural y el turístico, la coordinación con la provincia se antoja clave.
Sí. Antiguamente existía un Patronato de Turismo y se abandonó. Ahora se han retomado los contactos a través de Promueve para hacer un plan turístico conjunto, que yo creo que hace falta. De hecho, hay que hacerlo ahora, que no viene nadie, para que cuando se recupere la movilidad no nos pille desprevenidos.
¿Se está apoyando más a los creadores locales en la programación por la covid?
Ha habido de todo. Tenemos que encontrar un equilibrio. Por ejemplo, en la programación de 'Viva la Vida' hubo gente de fuera y gente de Burgos. Tenemos que cuidar a los nuestros, pero también tenemos que mirar lo que se hace en otros sitios. Los consumidores de cultura quieren ver siempre cosas nuevas. Eso enriquece.
¿Hay pulso cultural en Burgos?
Sí, sin duda. Hay mucha inquietud. Desde que se supo que yo iba ser la presidenta del IMC, se pusieron en contacto multitud de grupos y colectivos, que tienen grandes ideas. Son ellos quienes tienen que hacer la cultura. Un político nunca tiene una gran idea. La cultura surge del pueblo, de la suma de todas las personas. Los que están haciendo arte, teatro o música son los que saben de lo suyo. Lo mejor es intentar escuchar a todos.
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