El Talamillo reabrirá la piscina y el spa el 3 de mayo

En el escrito registrado este viernes en el Consistorio, la empresa sigue justificando el cierre de la zona de agua el pasado 11 de marzo por la «situación de emergencia energética mundial». El coste de la energía, unido al hecho de que «la covid todavía limita el funcionamiento normal de la instalación», llevó a SIDECU a optar por una «apertura especial» del Talamillo.

«SIDECU se vio en la obligación de adoptar medidas temporales que permitieran continuar operando la instalación del mejor modo para satisfacer el interés público», se justifica. E insiste en que, una situación «absolutamente imprevisible», ha derivado en una «situación económica comprometida e insostenible», que les obligó a buscar una solución «inmediata» para evitar más pérdidas y garantizar la viabilidad del centro.

Por ese motivo, ahora que se prevé una mejora de las circunstancias energéticas, se prevé la reapertura de la piscina y el spa el 3 de mayo. Eso sí, la empresa apunta que «si las circunstancias variasen con anterioridad a dicha fecha, por parte de la compañía se procedería a realizar un nuevo análisis y, en su caso, se adoptarían las medidas oportunas», que se comunicarían al Ayuntamiento.

Mientras, los servicios municipales continúan trabajando en el expediente sancionador abierto contra SIDECU por incumplimiento de contrato. Cuando les comunicaron el cierre de la piscina y el spa, el Consistorio les exigió su reapertura inmediata, pues el contrato de gestión les obliga a mantener una zona de agua. Al no hacerlo, se ha incoado un expediente.

Los jurídicos municipales están concluyendo el informe, que determinará la gravedad de la falta cometida y la sanción a imponer a SIDECU, que se avanza que será importante, pues van a estar casi dos meses sin prestar un servicio al que se han comprometido por contrato.

Por su parte, los trabajadores han denunciado esta semana la situación de incertidumbre en la que viven, tras más de 20 días en un ERTE sin aprobar. Denuncian que, cuando se comunicó el cierre de la zona de agua, se despidió de manera inmediata a una decena de trabajadores temporales. Además, se han recortado horas a los indefinidos, sin que haya ninguna jornada completa.

La plantilla ha estado en ERTE por covid hasta el 1 de abril y la empresa ha presentado otro expediente de regulación por causa de fuerza mayor, pero ha sido denegado. Según los trabajadores, la empresa querría negociar un ERTE ETOP (la suspensión del contrato de trabajo y reducción de jornada temporal por causas económicas, técnicas, organizativas o de producción), pero no saben nada concreto.

Los trabajadores también insisten en que el Talamillo ha perdido muchos socios desde el 11 de marzo. Que, para entonces, se había ido recuperando la asistencia tras el parón de la covid-19. «Antes de la pandemia eran unos 2.700 abonados y en marzo de 2022 ya se contaban por unos 2.000. El problema es que con este cierre han perdido unos 900 socios», insisten los empleados.

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